Es de lo poco que sí funciona en Cataluña. La autonomía ha visto cómo se agotaban los vigilantes de seguridad en cinco días de duros disturbios en las calles y de cortes y bloqueos de infraestructuras críticas. Empresas gestoras de estas instalaciones están demandando tantos refuerzos a las empresas de vigilancia que la región se ha quedado literalmente sin personal.
La noche más violenta de altercados en Barcelona / TWITTER
Es lo que advierten desde ADN Sindical, que recuerdan que el territorio está sufriendo las continuas protestas y enfrentamientos en la calle con un déficit crónico de 1.000 vigilantes. "Ahora se ha entrado en una situación crítica, pues gestores de ferrocarril, instalaciones aeroportuarias y comercios están demandando más y más profesionales y no los hay", ha alertado un portavoz de esta agrupación.
"Temen los bloqueos"
Según la misma fuente, el detonante de la fiebre para contratar a vigilantes ha sido el asedio al Aeropuerto de Barcelona-El Prat, los cortes de las vías del AVE y de Cercanías y Media Distancia de Renfe y las amenazas a los propietarios de comercios y establecimientos en el marco del paro de país nacionalista convocado ayer viernes.
"Se ha desplegado muchísima policía en Cataluña, que son los que tienen la competencia del orden público. Pero falta gente para tareas de apoyo tales como canalizar flujos, disuadir algaradas y vandalismo y otras labores propias que caen del lado de la seguridad privada. Y nos encontramos con un escenario adverso: las empresas piden vigilantes y las compañías de seguridad no los tienen. No quedan en Cataluña", ha agregado la misma fuente.
Coacciones con el 'paro de país'
Esta situación se agudizará en los próximos días, según las fuentes consultadas, como consecuencia de las coacciones que protagonizaron ayer piquetes nacionalistas contra propietarios de comercios y establecimientos para que éstos cerraran durante el paro de país que trataron de convertir en huelga general en Cataluña, en vano.
Esperan las empresas más demanda de vigilantes para colaborar con los cuerpos y fuerzas de seguridad en atajar el vandalismo pero, de momento, no los encontrarán.