Los agricultores catalanes se manifestarán este jueves en Madrid
Tanto JARC como FCAC estarán en la concentración de protesta para denunciar la situación del sector olivarero, que tachan de crítica
9 octubre, 2019 13:24Agricultores catalanes se manifestarán este jueves, 10 de octubre, en Madrid junto con otros llegados de distintas comunidades autónomas, bajo el lema Precios justos para un olivar vivo. Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Cataluña (JARC) y la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC) han confirmado su presencia en la manifestación, convocada por el conjunto del sector del olivar, COAG, UPA, Asaja y Cooperativas Agroalimentarias.
Tanto JARC como FCAC se suman a la concentración de protesta para denunciar una situación del sector que tachan de crítica y que está acarreando serias pérdidas a los agricultores debido a los bajos precios del aceite de oliva en origen. En Cataluña durante 2018 se pasó de pagar el virgen extra de 3.5 euros el kilo en el mes de junio a 2,75 euros al final del mes de octubre. Pero un año después la caída es aún mayor ya que los precios ahora oscilan entre 2,10 euros por kilo y 2,30, mientras que los aceites lampantes rondan 1,80 euros/kilo.
Presión a la UE
JARC ha reclamado en numerosas ocasiones al Ministerio de Agricultura que éste presione para que la Unión Europea suba el precio mínimo y se active el almacenamiento privado, que actualmente es de 1.79 euros/kilo. Desde la asociación aseguran que que esta cifra es inferior al coste de producción y favorece la especulación por parte de la gran industria y los envasadores, que con esta fórmula pueden mantener el aceite más barato, importando además el de países extracomunitarios. Luis Gaya, jefe sectorial del olivo de JARC, apunta que en estos momentos la especulación es la principal causa de esta tendencia bajista, que no está justificada, con una demanda superior a la oferta.
La Federación reclama la puesta en funcionamiento de mecanismos de autorregulación del mercado con carácter obligatorio para todo el sector, así como mejorar la transparencia en la formación de precios y perseguir las actuaciones que provocan una banalización del aceite de oliva y la utilización como producto reclamo. Además, la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos puede complicar aún más el parorama de los olivareros españoles.