"Se habían venido arriba". Así describen personas cercanas a la pareja que formaban Xavier Pubill y Eva Serrat, fundador y responsable técnica de Monserveis, el tren de vida de los empresarios. Los dos se jactaban de vivir en una zona pija de Sant Fruitós de Bages (Barcelona), una de las plazas residenciales más ricas de España. Habitaban junto a algunas de las fortunas más conocidas de la Cataluña interior y frecuentaban la hípica local. La sorpresa ha saltado cuando ha trascendido que Inspección de Trabajo les ha multado con 735.000 euros y ha trasladado su caso a Fiscalía por emplear a inmigrantes irregulares, personas sin dar de alta en la Seguridad Social, en paro o incluso que cobraban prestaciones por incapacidad permanente.
Preguntados por varias cuestiones relativas a la sanción e investigación, que puede derivar en penas de cárcel para los directivos, los responsables de Monserveis no atendieron ayer a las peticiones de este medio. Sí lo hicieron fuentes conocedoras de los polémicos empresarios, que recalcaron que la compañía de limpieza y atención domiciliaria --denominación mercantil Solubages SL-- había generado "cuantiosos ingresos a la pareja". ¿Cómo? "Enviaban a gente a limpiar casas, cuidar a gente dependiente, acompañar a mayores dependientes o a hacer la compra al súper. Tras ello, cobraban a bulto de la administración", han descrito. Monserveis-Solubages facturaba del erario público, sí, pero hacía trampas, según ve probado la Inspección. Empleaba al menos a 30 inmigrantes irregulares, lo que generaba "ahorros mensuales abultados" para Pubill y Serrat. CGT precisó ayer a este medio que "puede haber muchos más casos". Los hallados hasta ahora, no obstante, "son palmarios", por cuanto "pueden ser demostrados".
Cuatro ayuntamientos 'pincharon'
Lejos de esconder su treta, los responsables de Monserveis-Solubages "mostraban en público el hecho de ser pudientes y el elevado tren de vida que llevaban", insisten las fuentes consultadas. Ello pasó desapercibido para las administraciones, al menos las locales. Cuatro ayuntamientos de tres partidos independentistas --Junts per Catalunya, ERC y la CUP--, en concreto Manresa, Berga, Talamanca y Monistrol de Montserrat, todos ellos en Barcelona, ignoraron la situación cuando contrataron a la empresa para distintos servicios. En algún caso, como el de Manresa, Monserveis estaba tan imbricada en el tejido empresarial que aparece en los catálogos de servicios y los estudios de diagnóstico de los recursos asistenciales [ver aquí]. En 2011, la trama Monserveis-Solubages apareció en un estudio de la Diputación de Barcelona sobre la "atención domiciliaria de calidad".
"¿Cómo pudo escapar esta empresa del control de la administración? ¿Es que nadie controla lo que contratan los ayuntamientos?", se preguntó ayer una fuente del sector. Si hubo control, la pareja escapó del radar. Tras el escándalo, dejó ayer claro a este medio que no contrató en ningún momento a esta empresa el Departamento catalán de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias. Al menos cuatro ayuntamientos nacionalistas sí lo hicieron. Los consistorios entregaron dinero público a Monserveis pese a la gigantesca trama de trabajadoras sin papeles, la mayoría suramericanas, "atemorizadas y a las que exigían silencio", según CGT. También le lavaron la cara. ¿Ejemplos? En 2016 la empresa de limpieza y cuidados esponsorizó una caminata solidaria con Benín en La Pobla de Lillet (Barcelona). El mismo año, apoyó el acto Un mayor, una sonrisa en Manresa.
Líos en Brasil
La vertiente filantrópica de Xavier Pubill y Eva Serrat era pública, pero lo son menos sus intereses. Siempre según el Registro Mercantil, los empresarios multados e investigados por explotar a sin papeles entraron en la promoción inmobiliaria en 2006 con Pubill Serrat SL, empresa que no presentó cuentas durante el periodo más virulento de la crisis económica en España (2006-2010). Tres años después fundaría la pareja Solubages SL, la mercantil en la que se han hallado irregularidades administrativas gravísimas y, si lo estima el juez, quizá delictivas. En esta sociedad destaca un nombre: Eduardo Flores Suero, un empresario exiliado a Brasil que fundó la compañía y la lanzó. En 2011 se incorporaba a la misma Pubill a nivel registral. El directivo pilotó la expansión de la operativa de limpieza y cuidados de la firma hasta la comarca del Berguedà, donde fue recibida a bombo y platillo en 2013. Es en esta zona donde la autoridad laboral ha destapado el fraude masivo.
En paralelo a ello, la relación entre fundador y el rey de los sin papeles se torna virulenta con el tiempo. Eduardo Flores y Xavier Pubill acuñan Tropical Break Union en 2017. ¿El objetivo? El comercio minorista desde Brasil. Recae sobre esta empresa, por ejemplo, el apoyo y comercialización en España de la e-commerce Overseasbags. Ésta vende mochilas con diseño barcelonés y marca Source en Brasil y la península. La nueva aventura empresarial en el Estado suramericano no salió bien. Flores y Pubill aparecen en varios procedimientos administrativos públicos de deuda con terceras personas, entre ellos y con un tercer socio: el exempresario catalán del ladrillo Xavier Merinas Pastor. Preguntado por su relación con el empresario cazado por Inspección, Flores ha preferido no contestar a las preguntas de este medio.