La Generalitat abre expediente a los botellones marinos de los ricos

Los Generalitat ha anunciado que abre un expediente informativo a las Abarlofarras, los botellones marinos de los ricos que han tenido lugar en espacios protegidos de la Costa Brava. La consejería de Territorio y Sostenibilidad, encabezada por Damià Calvet (JxCat), ha movido ficha tan sólo un día después de que estallara la polémica.

Según explican sus portavoces en un comunicado, las pesquisas que se han iniciado servirán para “identificar a los propietarios de los barco” que participaron en las “fiestas en espacios litorales protegidos”. También advierte de que todos ellos se exponen a “sanciones por realizar una actividad sin autorización y en un lugar natural protegido”. Es decir, la sanción se podría apoyar en ambos supuestos.

Variables de las multas

La consejería no ha dado una baremo de la cuantía exacta por las “múltiples variables” que se deben tener en cuenta en cada caso en concreto. Como, por ejemplo, el tiempo en el que la embarcación ha estado en el paraje, la superficie que ocupaba, si se produjeron daños en el espacio protegido o si estaba parado dentro o fuera de la delimitación, entre otras cuestiones.

Imagen del botellón en la cala protegida de la Costa Brava el 10 de agosto / TWITTER

Además, la consejería se ha mostrado especialmente severa en evitar cualquier otro botellón de este perfil en la Costa Brava. Ha anunciado que ha dado orden a los servicios de inspección para que “en el caso de detectar otra fiesta similar, levante acta e identifique a los barcos”. Hecho que “posibilitará la tramitación de nuevos expedientes sancionadores”.

Ley de Costas

Territorio recuerda que la Ley de Costas les habilita a multar incluso por “anunciar actividades sin autorización” que tengan lugar en el dominio público marítimoterrestre.

Entidades como SOS Costa Brava o Salvem El Golfet han detectado y denunciado que como mínimo se han producido tres fiestas de este perfil en lo que llevamos de verano en la zona. Los ambientalistas indican que están implicados los hijos de los empresarios catalanes que veranean en la zona y que es una práctica habitual que se repite cada año. Con todo, las fiestas de este verano pueden tener consecuencias.