Ryanair recibe 3,5 millones de euros públicos por volar a Girona

Ryanair recibe 3,5 millones de euros anuales por parte de las administraciones catalanas por operar en el aeropuerto de Girona, base que cerrará el 8 de enero. Así lo ha manifestado el secretario de Infraestructuras y Movilidad de la Generalitat, Isidre Gavín, en concepto del convenio firmado por la aerolínea irlandesa y la Asociación para la Promoción y el Desarrollo de las Comarcas Gerundenses (AGI).

Gavín ha confirmado los datos en declaraciones a El País, después de que Ryanair haya confirmado su salida de Girona y Canarias y de que los trabajadores hayan convocado una huelga por el cierre de las bases. Este acuerdo económico que se venía suscribiendo se renueva cada año durante el mes de marzo. No obstante, el cargo de la Generalitat ya dejó caer en declaraciones a TV3 la posibilidad de que la compañía esté forzando la situación para mejorar las condiciones económicas.

Reunión urgente

La Generalitat ha asegurado que mañana lunes solicitarán una reunión urgente con la aerolínea. La decisión de Ryanair amenaza a 164 trabajadores en Girona, según el sindicato USO, que ha lamentado la postura negativa de la empresa a reubicarlos en otras bases.

"Estas empresas buscan constantemente estas situaciones para buscar apoyos y aportaciones económicas más favorables. Esta es la historia con esta compañía. No descubro nada", afirmaba el sábado Gavin.

Ese mismo día, el conseller de Territorio, Damià Calvet, lamentó que se puedan perder puestos de trabajo y ha pedido comparecer en el Parlament para explicar "los contratos de promoción turística entre el Govern y Ryanair".

Choque con los sindicatos

El conseller ha recordado que empresas, ayuntamientos y la Generalitat "hace años que promocionamos el aeropuerto para dinamizar la economía de las comarcas de Girona", pero ha puntualizado que "esta promoción, en convenio con la empresa, no está vinculada al hecho de tener o no tener base en el aeropuerto de Girona".

No obstante, desde UGT han reprochado a la Generalitat su “desidia política” por no haber buscado una alternativa que supla esta situación a tiempo y que provoca que el aeropuerto de Girona pueda acabar como “un edificio vacío de contenido”.