Luis Nozaleda Arenas, el dueño del grupo inmobiliario Nozar, ha convocado una junta de accionistas extraordinaria del Balneario de Panticosa a finales de septiembre para ejecutar una operación financiera en el grupo. Su objetivo será el de aflorar las pérdidas que ha arrastrado en los últimos años en su capital y “ponerlo al día”, tal y como indican fuentes del grupo.
Se ejecutará una operación acordeón cuyas cifras exactas se fijarán en el encuentro de accionistas, añaden. Es decir, primero se aplicará una reducción del capital social para “compensar pérdidas”, mediante la dilución del valor de las acciones del grupo con los “acuerdos complementarios que sean necesarios”.
Dación en pago
La operación implicará después la “novación de préstamos participativos”, y una nueva ampliación de capital “mediante nuevas aportaciones dinerarias”. Incluso se abrirá un debate sobre la parte más sensible del orden del día, plantear una “posible dación en pago” de los préstamos hipotecarios que aún tiene vivos el balneario y que implicaría un cambio de propiedad en algunos de los inmuebles que controla la sociedad Aguas de Panticosa.
Todo ello, en un grupo en que Bantierra, el nombre de la Caja Rural de Aragón, ya tiene silla en el consejo de administración junto a los hermanos Nozaleda por las estrecheces del pasado. Los portavoces del grupo insisten en que esta junta extraordinaria no llevará a grandes cambios en la explotación del balneario, y recuerdan que este activo hace años que salió del concurso de acreedores que aún está vivo en la firma inmobiliaria.
Construir para salir de la quiebra
Los Nozaleda arrastran aún un pasivo cercano a los 1.300 millones de euros y pretenden salir del agujero de la quiebra con más promociones. Quieren aprovechar el buen momento del ladrillo en España para reiniciar su actividad core e incluso anunciaron que tienen en cartera proyectos para construir unas 1.300 viviendas.
Todo ello, tras cerrar un nuevo préstamo de 600 millones con un pool de acreedores que incluye Banco Santander, BBVA, Caixabank, Banco Sabadell y Bankinter. La mayoría de ellos, aún atrapados en la quiebra de Nozar.
Negocio turístico
La explotación del Balneario de Panticosa, que corre a cargo del grupo hotelero Hotusa, es la principal vía de ingresos de la actividad turística de los Nozaleda. Además de su intensa actividad en invierno, como hotel de lujo de las pistas de esquí, desde mayo inició su temporada de verano con un nivel de pernoctaciones que otros interlocutores del grupo indican que son “buenas”, sin dar más detalles.
Se enfocan tanto al público que busca tratamientos termales como al familiar, con propuestas de salidas para conocer los enclaves naturales de la zona. Con esto, se amplía el foco del negocio y se intentan maximizar los ingresos.
Nozar plantea presentar el convenio definitivo a sus acreedores a finales de año. Con este paso, superaría el concurso al que se acogió en 2008.