La Autoridad Catalana de la Competencia (Acco) ha puesto de nuevo la lupa sobre el presunto amaño de una contrata por valor de más de 300 milllones de euros en Barcelona. El Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que preside la aún alcaldesa de la Ciudad Condal, Ada Colau, está en la diana por el presunto pasteleo del concurso de autobús interubano del Baix Llobregat. Por segunda vez.
La institución supramunicipal lanzó el concurso de 300 millones a siete años en noviembre de 2019. El expediente encajó una doble carga de profundidad: un recurso ante el Tribunal Catalán de Contratos del Sector Público (TCCSP) y un escrito contencioso de la Acco. El procedimiento quedó parado. ¿Por qué? "Los pliegos de contratación favorecían a los actuales explotadores: Baixbus", denuncian fuentes del sector. Los fiscalizadores han avalado esta tesis. El TCCSP ha aunado ambas causas, el recurso de Autocares Francisco Gómez e Hijos y el pleito de la autoridad de la competencia. Falló a favor del primero [ver aquí]. Lo hizo en abril. Un mes después, en mayo, el AMB dio cumplimiento a la resolución, anuló lo aprobado hasta ahora y retrotrayó el concurso.
"Sigue siendo un fraude"
Hasta aquí. La institución supramunicipal que preside Colau está desoyendo el guantazo propinado por el Tribunal de Contratos y Competencia y prepara unos nuevos pliegos que, de nuevo, son beneficiosos para Baixbus. Ante ello, y según entiende este medio, la autoridad de vigilancia del mercado que preside Marcel Coderch está alerta para tumbar de nuevo las reglas de contratación. ¿Por qué lo haría? "Porque de nuevo, y como ocurrió con el anterior expediente, son anticompetitivas. Favorecen a los que ya operan el servicio", advierten directivos de la industria del transporte.
En este sentido, el informe del Tribunal de Contratos es demoledor. Advierte a la institución pública de que la exigencia de solvencia excluye a los competidores, que la valoración de la oferta económica hace lo propio y que la obligación de tener una cochera cercana al punto de operación está dirigida en el mismo sentido. Los nuevos pliegos de contratación incorporarían tretas similares que dan ventaja al explotador actual. "Esperemos que Fiscalía intervenga a revisar los expedientes de concursos de transporte porque sacaría petróleo", subrayan fuentes del sector.
¿Quién es Baixbus?
Todo el proceso está favoreciendo a Baixbus. Este grupo lleva operando 80 años en la primera corona de la conurbación de Barcelona. Presenta una gran raigambre en el transporte interurbano en la comarca del Baix Llobregat, vecina a Barcelona, con 800 trabajadores. Pese a su músculo en esta zona de gran dinamismo económico, el conglomerado formado por Mohn, Oliveras y Rosanbus no se ha librado de las polémicas. Cazó el concurso del autobús de playas de Viladecans presentando un modelo de vehículo que utiliza para gestionar el NitBus, autobús nocturno entre las cercanías y la Ciudad Condal. Ello le permitió desbancar --no sin polémica-- a su rival, el grupo gallego Monbus.
Cualquiera que fuere la controversia, lo cierto es que no es la primera que salpica al AMB. En diciembre de 2018, la propia Autoridad Catalana de la Competencia (Acco) detuvo el macroconcurso para adjudicar el Aerobús, el autobús lanzadera que une el centro de Barcelona con el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat. El ente fiscalizador del mercado sospechaba que, en aquella ocasión, las empresas Vectalia, Moventia, TMB y Tusgsal presentaron ofertas concertadas para llevarse la contrata de 90 millones. Las pesquisas siguen y, según las fuentes consultadas, hay indicios de que podrían derivar en una fuerte multa.