La Generalitat ha hecho efectiva su aportación anual en Fira 2000, la sociedad que se constituyó para sufragar el coste de construir el recinto de congresos situado en Gran Vía. Este mayo ha inyectado un total de 13,24 millones de euros para que la empresa pueda operar con total normalidad.
Como es habitual, la aportación económica se ha vehiculado a través de una ampliación de capital. La operación ha reforzado al Gobierno catalán como el accionista con la posición más aventajada en la propiedad de esta compañía. Tal y como explican fuentes de la empresa, controla ya más del 54% del total.
Administraciones en el capital
El resto del capital está en manos de los ayuntamientos de Barcelona y de Hospitalet del Llobregat --ya que el recinto de Gran Vía está ubicado en su término municipal--, la Diputación de Barcelona y el Área Metropolitana (AMB). Todas estas administraciones realizan aportaciones económicas bastante menores que la inyección de fondos de la Generalitat, pero que también sirven para sufragar la actividad diaria y devolver el dinero que se invirtió para ampliar el espacio de congresos de Barcelona. Se espera que estas aportaciones se materialicen en cuestión de semanas, tal y como indican los mismos interlocutores.
La Cámara de Comercio de Barcelona aún controla alrededor del 1% de la propiedad de Fira 2000. Con todo, desde la sociedad puntualizan que hace años que la organización de dinamización empresarial dejó de hacer aportaciones de fondos a la sociedad. Continúa en el capital porque participó (también de forma económica) en su fundación, pero la participación inicial se diluye ejercicio tras ejercicio hasta que desaparezca.
Ingresos extraordinarios
No es la única vía de ingresos de la empresa. En 2018 también recibió ingresos extraordinarios de la venta de activos residenciales que no estaban adjudicados y que aún tenía en cartera mediante una subasta pública.
Los propietarios de Fira 2000 aún tienen pendientes de devolver unos 390 millones de euros de la edificación del recinto ferial que diseñó el arquitecto japonés Toyo Ito, tal y como se indicó en el cierre del ejercicio 2018. Cumple con el plan económico que se diseñó en un primer momento, que prolongaba las amortizaciones de crédito hasta 2032.
Ampliación del recinto
Con todo, este programa se puede ampliar con el proyecto de renovación integral de Fira Barcelona. El presidente del consejo de administración, Pau Relat, presentó a finales de febrero un proyecto para modernizar tanto los espacios de Montjuïc como los de Gran Vía que tendrá un coste de 380 millones de euros. Esta cifra incluye cerrar al tráfico rodado la avenida María Cristina y mejorar distintos palacios de congresos, además de ampliar los edificios de Gran Vía con un nuevo espacio para oficinas y servicios.
Esta obra deberá concluirse en 2029 y en el protocolo inicial que han firmado todos los patronos de Fira Barcelona contempla vehicular de nuevo la inversión por Fira 2000. Por ahora, los implicados “estudian” y “analizan” cómo se lanzará la nueva operación.