Miles de trabajadores han salido a la calle este 1 de mayo en las principales ciudades del país con dos reivindicaciones claras: la conformación de un Gobierno de izquierdas tras el 28A y la derogación de la reforma laboral. Así lo han indicado los secretarios generales de CCOO y UGT de Cataluña, Javier Pacheco y Camil Ros, antes de ponerse en la cabecera de la manifestación que ha discurrido por el centro de Barcelona durante la mañana en el ambiente festivo que es habitual en esta fecha.  

Ambos sindicalistas han hecho hincapié en la precariedad del mercado laboral actual, tanto en Cataluña como en el resto del país. Las consecuencias de la crisis aún están presentes en unos contratos que duran poco y cuyas retribuciones han caído. Según los datos recopilados por Gestha para este Día Internacional del Trabajador, un total de 6,3 millones de trabajadores percibían en 2017 un salario por debajo del mínimo interprofesional, que en ese momento era de 14.847 euros anuales. Se usa este ejercicio de referencia porque es el último con datos completos y analizados y la conclusión es que el 34,4% de los asalariados de España estaban en esta situación.

Subir salarios

Otra de las quejas de los sindicatos en este 1 de mayo es que en España aún existen los trabajadores pobres. Que casi un tercio de los empleados activos en 2017 estaban por debajo del umbral de la pobreza y que otros 5,4 millones sufrían una carencia material severa. Además, entre 2010 y 2017 las retribuciones del país sólo subieron el 0,31% a pesar de la recuperación macroeconómica que se consiguió en la parte final de este período.

“La sociedad necesita cobrar más y vivir mejor, se debe recuperar el Estado del bienestar que se perdió con la crisis”, ha manifestado Ros. Que es necesario mejorar las retribuciones es una realidad que reconocen incluso líderes empresariales como el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre. La subida del SMI en la legislatura que acaba de terminar se toma como una victoria de CCOO y UGT, las organizaciones que pedían que se avanzara el calendario originalmente pactado con CEOE, que preveía llegar al mismo objetivo económico pero de forma escalonada.

El presidente de UGT de Cataluña, Matías Carnero (i), el secretario general del sindicato, Camil Ros (2i), y su homólogo en CCOO, Javier Pacheco (d) / EFE

El presidente de UGT de Cataluña, Matías Carnero (i), el secretario general del sindicato, Camil Ros (2i), y su homólogo en CCOO, Javier Pacheco (d) / EFE

Fin de la reforma laboral

El nuevo escenario político que ha arrojado el 28A da alas a los sindicatos para exigir a Pedro Sánchez que cumpla otra de sus promesas, la de revertir la reforma laboral de Mariano Rajoy (PP). Pacheco ha exigido que sea una de las medidas que se incluyan en el primer Consejo de Ministros que se convoque tras la configuración del nuevo Ejecutivo, “con una amplísima mayoría en el Congreso, el PSOE ya no tiene excusas”.

Hasta ahora, el líder socialista mantenía que con sus 85 diputados y los 71 de Podemos no podía plantear una iniciativa de este calado al no contar con los apoyos políticos necesarios. Pero la situación en la Cámara Baja ha cambiado de forma significativa tras los comicios y los representantes de los trabajadores aseguran que el equilibrio de fuerzas actual da alas a su demanda laboral. La delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, se ha unido a la manifestación de su Lleida natal y ha prometido que en la nueva legislatura se reformará el Estatuto de los Trabajadores. No ha hecho ninguna referencia a la reforma laboral a través de la cual en 2012 se modificó el Estatuto de los Trabajadores. 

Independentistas

Los independentistas también han hecho acto de presencia en la manifestación del Día Internacional del Trabajador. Han seguido la llamada de la ANC, que pedía estar presente tanto en la gran protesta impulsada por CCOO y UGT como en la que promueve Intersindical-CSC por la tarde, la organización que impulsa el entorno de Carles Puigdemont.

ERC, por su parte, ha congregado a unas 50 personas en la ofrenda floral que ha hecho ante el monumento al laboralista Francesc Lairet en Barcelona. El consejero de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia, Chakir El Homrani, ha mantenido que defender los derechos de los empleados es la “mejor manera de hacer república” y que con la autodeterminación se conseguirán. También ha declarado que las flores blancas que han llevado ante la estatua eran un recuerdo a su predecesora en el cargo, Dolors Bassa, en prisión provisional por el caso del 1-O.