El cerrojazo hotelero que aprobó el equipo de gobierno de Ada Colau en Barcelona ha excretado otra cadena hacia la periferia de la ciudad. Fattal Group, dueña de Leonardo Hotels, se marcha a la frontera de la capital catalana por la prohibición de abrir nuevos alojamientos en los distritos centrales de la ciudad.
Plaza Europa de L'Hospitalet, zona en la que Fattal Hotels abrirá un alojamiento / Google Maps
El director general de Fattal Hotels para España y Portugal, Shay Raz, ha confirmado la próxima apertura de un establecimiento en la Zona Franca de Barcelona, fronterizo con L'Hospitalet de Llobregat, por la imposibilidad de hacerlo en los distritos que componen la almendra central de la capital catalana, donde ya opera dos hoteles. Será cerca del recinto de Fira de Barcelona en L'Hospitalet de Llobregat. "Anunciaremos la apertura en un mes. Consideramos la Ciudad Condal un mercado fuerte, que compite en la liga de las cinco o seis ciudades de Europa con más tirón", ha explicado el directivo en conversación con este medio. Ello es así pese a la prohibición de abrir o construir en los puntos turísticos de Barcelona que establece el Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (Peuat).
Una incógnita y una estrategia desbaratada
La migración de Fattal Hotels a la periferia de Barcelona lleva aparejadas varias cosas. Por un lado, que la enseña va a toda máquina en el centro de Barcelona --"hemos tenido un muy buen primer trimestre de 2019", admite Raz--, pero que recorta su portafolio de expansión. Prometió en 2018 llegar a los 20 hoteles en España en 2020. A ocho meses de la fecha, opera ocho hoteles en el destino. Debería aperturar doce en un año, por lo que su pipeline no se cumplirá: se ha revisado a la baja. Por el otro, que de los dos hoteles que avanzó que abriría en la Ciudad Condal, se quedará con uno, y en las afueras.
Hotel Nyx abierto por Fattal Hotels en Bilbao en enero / CG
"Estamos mirando operaciones, pero los precios están muy caros", se defiende Raz. El directivo defiende la reconfiguración del portafolio --basado antes en la "localización" de los hoteles, algo que su alojamiento de la Zona Franca no cumple-- no es algo relevante. "Barcelona va bien, tiene un 90% de cliente internacional. Pero no se ha recuperado al 100% de 2017. Madrid también crece. Pero las composiciones son distintas: en la capital, el cliente es más nacional y volcado en el corporativo. En la capital catalana es mayoritariamente turístico", ha argumentado. Leonardo, con capital israelí (fue fundada por David Fattal, el mayor hotelero de Israel, en 1998 como brazo europeo de Fattal Group), aporta más datos para justificar su solidez. "Acabamos de entrar en Reino Unido con 4 hoteles pese al Brexit. Venimos de abrir en Bilbao con Nyx, nuestra segunda marca. Hemos llegado a los ocho hoteles".
"Un muro de hoteles en la periferia"
Preguntado por la cuestión, un consultor hotelero ha recordado que muchos intermediarios ya pronosticaron "que con el Peuat y otras restricciones se crearía un muro hotelero en la periferia de Barcelona ante la imposibilidad de abrir en el centro". ¿Es ello malo para la economía? "No tiene por qué. El turista busca siempre una buena ubicación, pero las cuentas de resultados de hoteles situados cerca de la Fira o del aeropuerto de El Prat no son malas. Son alojamientos de paso que, bien gestionados, funcionan", ha indicado la misma fuente.
Ello es precisamente a lo que apunta Fattal con su nueva aventura empresarial en la Zona Franca. "Los visitantes de un hotel buscan un buen servicio. La ubicación es importante, sí, pero lo es más para otros segmentos". ¿Por ejemplo? "Los apartamentos turísticos. Si no están en el centro y ofrecen espacio, mal", asevera Raz. Frente a esta oferta, Fattal extiende su propuesta de negocio. "Tenemos la marca Leonardo para el público más adulto y Nyx para los viajeros más jóvenes, más experienciales. Ello no puede ser rivalizado por productos como un apartamento", ha apostillado el ejecutivo.