Fachada de la Cámara de Comercio de Barcelona / CG

Fachada de la Cámara de Comercio de Barcelona / CG

Business

Las cámaras catalanas votarán con un sistema electrónico que puede invalidar los resultados

La empresa contratada por la Generalitat para garantizar las elecciones vive un escándalo en Suiza por la vulnerabilidad de la seguridad de su sistema

15 marzo, 2019 00:00

Las dudas se ciernen sobre las elecciones a las cámaras de comercio catalanas. La implementación del voto electrónico, que nunca ha acabado de convencer a los especialistas, está todavía más cuestionado, si cabe, por un nuevo escándalo en el que se ha visto envuelta la empresa que se encargará de gestionar el proceso. La compañía Scytl, que fue la única compañía que se presentó al concurso de la Generalitat, está siendo ampliamente criticada en Suiza tras detectarse recientemente un fallo en su sistema de votación electrónica.

A falta de dos meses para la cita electoral de las cámaras catalanas, que elegirán, entre otros, al presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, el escándalo ha estallado en las manos del principal valedor de la seguridad de este proceso en uno de los países con mayor experiencia en voto digital. Además, los principales valedores de este sistema son las candidaturas de perfil independentista (la ANC intenta tomar el control de las instituciones empresariales), que poseen escasa implantación entre el empresariado catalán, pero que aspiran a que el sistema electrónico permita movilizar un voto desmovilizado con la elección tradicional.

Sistema 'hackeado'

La compañía española se encuentra en el ojo del huracán mediático en el país helvético. Su sistema informático ha quedado en tela de juicio en cuestión de días, lo que ha provocado un intenso debate entre especialistas, que alertan por enésima vez de la fragilidad de la democracia digital. 

El escándalo estalló después de que un grupo de expertos y académicos encontraran un grave error en el voto electrónico diseñado por Scytl tras realizarse una prueba de intrusión pública --proceso en el que expertos auditan un sistema cibernético para identificar sus posibles deficiencias con el fin de anticiparse a futuros hackeos del sistema--. En concreto, el fallo permite nada más y nada menos que cambiar todos los votos por papeletas falsas sin dejar ningún tipo de rastro. Esto se debe a un error criptográfico que verifica matemáticamente si los votos digitales son idénticos a los de los votantes existentes. 

La Cancillería Federal suiza calificó el error como un "fallo significativo” e indicó que no se estaba cumpliendo con los requisitos legales exigidos. Así, ha instado a Swiss Post, el servicio postal nacional que desarrolló el sistema junto con Scytl, a revisar la seguridad del sistema. Por su parte, la compañía se defiende y asegura que ya ha resuelto el problema, en medio de las críticas de informáticos y la comunidad universitaria que alertan de las debilidades del voto electrónico.  

Falta de garantías 

Este terremoto mediático en el país helvético no ha impedido a Scytl que mantenga abiertos el resto de procesos de voto electrónico que tiene previsto poner en marcha en los próximos meses. En nuestro país, el más cercano son las elecciones a las cámaras de comercio catalanas. La situación aquí es incluso peor que en Suiza, donde los electores tienen una gran experiencia en el voto digital, que llevan implementando desde 2004 en los diferentes cantones del país.

Pese a la falta de garantías en la aplicación del voto electrónico, la Generalitat está empeñada en que se vote de forma telemática en los órganos de gobierno de las cámaras de comercio. El Consell de Cambres ya mostró en su momento sus reticencias a implementar el voto electrónico de forma tan prematura. En un sentido similar se han expresado la mayoría de candidatos a la presidencia de la institución, que ven con buenos ojos este mecanismo de participación aunque creen que no se dan las garantías suficientes como para implementarlo.

Sin auditor

Así, toda la responsabilidad recae sobre la Generalitat, aunque incluso algunos miembros del propio Govern han expresado sus dudas sobre la aplicación del voto electrónico. El director de Participación Ciudadana de la Generalitat, Ismael Peña, sitúa la implementación del voto digital en 2020, una fecha optimista a tenor de la escasa aplicación de la democracia digital en citas electorales importantes a nivel internacional.

Otro de los problemas que amenazan las elecciones a las cámaras catalanas es la auditoría del proceso. Y es que hasta el momento no se conoce cuál será la empresa que controlará la votación, ya que el concurso quedó desierto y tendrá que ser elegido a dedo por el Ejecutivo catalán.