La constructora OHL sigue sin levantar cabeza. Siete meses después de que el fundador del grupo, Juan Miguel Villar Mir, aupara a José Antonio Fernández Gallar al puesto de consejero delegado para ejercer las funciones ejecutivas junto a su hijo, Juan Villar Mir de Fuentes --que accedió a la presidencia en junio de 2016--, las cosas van de mal en peor.
La falta de confianza de los inversores va en aumento y la cotización bursátil sigue bajo mínimos. Los 0,758 euros que valen sus acciones dejan la capitalización de la empresa en 217 millones y el 38% que todavía atesora el patriarca en poco más de 83 millones.
Retirada masiva
Números que han llevado a grandes bancos, como Santander o Société Générale, a batirse en retirada de OHL, al igual que lo han hecho, al finalizar el pasado ejercicio, algunas de las gestoras independientes que, al calor de la caja generada tras la venta de la filial de Concesiones, habían entrado en el valor esperando que levantara el vuelo, para finalmente reconocer su error.
Aunque parecía que con la desinversión de esa filial se iniciaba una nueva etapa, con una reducción significativa de la deuda, la realidad está demostrando que las dudas sobre la constructora persisten, ante el temor de que OHL tenga algunos activos inflados y de que los 6.000 millones de euros en los que estaba valorada su cartera de pedido hasta septiembre de 2018 también resulten excesivos.
Temores justificados
Razones para estos temores no faltan. La propia venta de OHL Concesiones al fondo australiano IFM se saldaba con el reconocimiento de un impacto negativo de 550 millones de euros.
En ese sentido, también estaría el menoscabo parcial sufrido por la constructora de los Villar Mir en el litigio que mantiene con Qatar Foundation por el proyecto del hospital de Sidra, en la localidad de Doha.
Litigios saldados con menores indemnizaciones
Un obra que OHL, junto a la egipcia Orascom, se adjudicaba en enero de 2008 por 1.760 millones, y cuyo contrato fue rescindido por el cliente en julio de 2014 alegando demoras injustificadas en su ejecución.
De los iniciales 800 millones de indemnización solicitados, el consorcio en el que OHL participa al 55% ya tuvo rebajar sus pretensiones a apenas 300 millones. Y está por ver cuántos millones cobran finalmente.
De momento, el pasado mes de noviembre el Tribunal de la Cámara Internacional de Comercio de Londres, en el marco del arbitraje en curso, emitía un laudo para que Qatar Foundation devolviera al consorcio 44 millones (unos 25 para OHL), y dejaba en el aire la percepción de compensaciones adicionales.
Norma contable para aflorar activos inflados
Desde el pasado mes de septiembre, al aplicar la norma contable NIIF 15, activos en litigio, como el del hospital de Sidra, se computan en el balance por mucho menos valor.
Hasta ahora se reconocían los ingresos cuando era probable su logro, mientras que con la nueva norma el reconocimiento de ingresos tiene lugar cuando es altamente probable que no se produzca una reversión sustancial de los mismos.
En este sentido, OHL daba de baja activos por 508 millones de euros, procedentes de proyectos ya inmersos en situación litigiosa o todavía en negociación con clientes.
1.600 millones en arbitrajes
Además del hospital de Sidra, con una reducción de activos por valor de 240 millones, OHL aplicaba esta normativa contable más restrictiva en dos concesiones en Madrid (el Eje Aeropuerto o Cercanías Móstoles Navalcarnero) y en proyectos en el exterior como un viaducto en Kuwait o sendas obras ferroviarias en Argelia y Estambul (Turquía). En conjunto, el cómputo de los litigios que OHL tiene abiertos suma indemnizaciones por importe de 1.600 millones de euros.
Si los inversores ya venían con la mosca tras la oreja por las sospechas de ‘muertos en el armario’ en el balance de OHL, la venta definitiva de los activos que restaban en el complejo turístico Mayakoba, en México, terminaba por agotar la paciencia de muchos de estos inversores, que preferían salir del capital de la constructora asumiendo pérdidas. Esa operación la cerraba la empresa de los Villar Mir con un 35% de descuento sobre el valor en libros del activo.
No contratada en Chile por baja cotización
La baja cotización de las acciones de OHL ya está teniendo consecuencias hasta en la propia adjudicación de contratos. Así, la Corporación Administrativa del Poder Judicial de Chile (equivalente al CGPJ español) acaba de agarrarse a esta circunstancia para declarar desierto el proceso de licitación para la construcción de un centro judicial en el país andino, por importe de 23 millones de euros.
A pesar de que la constructora de los Villar Mir había sido la mejor baremada, el organismo chileno entiende que “presenta una baja considerable en el precio de sus acciones en su casa matriz en España, situación que hace riesgosa e inconveniente su contratación”. OHL ha presentado demanda contra esta decisión.