En el centro, Leonardo Sánchez-Heredero, socio de Lalo Azcona en la tecnológica Airtificial

En el centro, Leonardo Sánchez-Heredero, socio de Lalo Azcona en la tecnológica Airtificial

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El socio de Lalo Azcona en Airtificial liga su participación a una funeraria

Leonardo Sánchez-Heredero mueve su 18% en la tecnológica, que tiene como baza el tren supersónico Hyperloop, y traspasa la participación mayoritaria al grupo Parcesa

24 enero, 2019 00:00

El polifacético Leonardo Sánchez-Heredero, socio del experiodista y empresario Lalo Azcona en Tecnocom --de la que ambos salieron con grandes plusvalías tras la fusión con Indra--, y también en la ingeniería Inypsa, que acaba de unirse con Carbures para la creación de la nueva Airtificial, sigue moviendo el capital que atesora en varias sociedades para cuadrar cuentas, como hace desde hace varios años.

Aunque, desde siempre, su gran pasión han sido los negocios inmobiliarios, nunca le ha hecho ascos a embarcarse en otras inversiones de lo más variopintas. Algunos ejemplos son el próspero negocio de las funerarias privadas, u otros que no lo fueron tanto, como ocurrió en el caso de Bosques Naturales.

Traspaso del capital de Airtificial a la funeraria

Parcesa, el grupo de su propiedad que cuenta con cinco tanatorios y otros tantos cementerios en la Comunidad de Madrid, es el que ahora ha utilizado Sánchez-Heredero para vehicular el 18,32% del capital que ostenta --el 3,14% junto a su mujer María Paz Pérez Aguado-- en la tecnológica Airtificial.

Esto no ha sido siempre así. Inicialmente, cuando Inypsa y Carbures se fusionaron a finales de noviembre de 2018 en la nueva empresa tecnológica que cuenta como gran baza de futuro los proyectos del tren supersónico Hyperloop, Sánchez-Heredero acreditaba su 9,57% en Airtificial a través de Keops, una de las empresas promotoras que cuelgan de Grupo Delta, la matriz de su negocio inmobiliario.

Acciones de Keops a Parcesa

Pero, rápidamente, a finales de diciembre, movía ficha coincidiendo con la venta --por parte de Airtificial-- del 49,5% de la filial Inypsa Urban Development. Una empresa de Sánchez-Heredero dedicada a la promoción de vivienda social que se integraba en la tecnológica tras la fusión. Airtificial recibía 3,2 millones de euros y mantenía el 50,5% restante de la promotora.

Para que su 18,32% en Airtificial, valorado en más de 31 millones de euros, pasara mayoritariamente a manos de la funeraria Parcesa, el empresario madrileño traspasaba la titularidad de 92 millones de acciones de Promociones Keops a esta sociedad. Además, reducía el capital atesorado en la tecnológica por su mujer.

Retira a su mujer 54 millones de acciones 

En este sentido, tras las operaciones financieras llevadas a cabo por su marido, María Paz Pérez Aguado, que contaba con el 8,76% de Airtificial tras la fusión Inypa-Carbures, se ha quedado con el 3,14%. Es decir, con unos 30 millones de acciones. Los 54 millones restantes, equivalentes al 5,62%, quedaban ligados a la funeraria.

Ahora, los negocios vuelven a sonreír a Sánchez-Heredero, aunque en su ya larga trayectoria como empresario no siempre fueron bien. En ocasiones se ha visto envuelto en algunos asuntos que acabaron llevándole a los tribunales o, simplemente, con los libros en los juzgados por quiebras.

La quiebra de Bosques Naturales

Ambas circunstancias se dieron en Bosques Naturales, el negocio piramidal que compró en 2007 a su fundador, Ángel Briones, y por el que llegó a ser denunciado por presuntos delitos de blanqueo de capitales y de evasión fiscal.

La estafa, en este caso, consistió en engatusar a 10.000 inversores para que aportaran una media de 400 euros, a cambio de una supuesta rentabilidad del 10% anual una vez que el árbol creciera y se vendiera su madera.

Fraude en el Caribe

En 2013, un acreedor instó la quiebra necesaria de Bosques Naturales, pero no prosperó. Sí parece que lo vaya a hacer ahora, una vez que el pasado mes de septiembre un juzgado de Madrid declarara el concurso de acreedores, después de que la empresa se acogiera a preconcurso sin resultados positivos ni forma alguna de levantar deudas de 18 millones de euros.

También dejaba su huella Sánchez-Heredero en el Caribe. En 2012 fue puesto entre la espada y la pared en la República Dominicana, en el caso Delta-Intur, al ser denunciado por cometer supuesto fraude. Puso como garantías una serie de inmuebles que no tenían el valor acreditado y que se correspondía con el nominal de una emisión de bonos.