Las obras del nuevo BCN World se vuelven a retrasar. Los trabajos para elevar el complejo turístico de Hard Rock junto a Port Aventura en Salou y Vila-Seca (Tarragona) se fijan ahora para el primer semestre de 2019. Esta nueva fecha depende de la compra de los terrenos, propiedad de Caixabank, que aún no se ha hecho efectiva.
Según avanza Expansión, el alcalde de Salou, Pere Granados (Fups-PDeCAT), señaló ayer que "personalmente he visto la primera fase del proyecto y es bueno para el municipio, para la Costa Daurada, para el territorio e incluso para Cataluña". El primer edil agregó que la intervención, que se situará en terrenos adyacentes al parque temático Port Aventura World, contará con un casino, algo que el munícipe critica que "se haya estigmatizado mucho". A su juicio, la zona de juego "se trata de un elemento más" del complejo turístico y de ocio.
"Conciertos de primer nivel"
Granados informó en un encuentro con periodistas que "nos sorprenderemos de ver cómo este proyecto nos posicionará mundialmente, con grandes eventos en directo y conciertos de primer nivel". El alcalde de Salou, uno de los municipios turísticos icónicos de la Costa Dorada de Cataluña, admitió que "puede entender que la sociedad desconfíe ahora, porque hace tiempo que lo hablamos", pero insistió en que los trabajos de construcción comenzarán antes de junio de 2019.
Terrenos junto al parque temático de Port Aventura donde se construirá el complejo turístico de Hard Rock / CG
El primer edil de la localidad tarraconense explicó que el complejo de Hard Rock incluirá hoteles, uno de ellos en forma de guitarra y con un casino, zonas de shopping y un centro de convenciones para albergar eventos corporativos.
Los terrenos no se han comprado
Pese al optimismo de Granados, lo cierto es que Hard Rock aún no ha hecho efectiva la compra de los terrenos donde se debe elevar el Centro Recreativo y Turístico (CRT). Las pastillas son propiedad de Caixabank. La operación no ha tenido lugar pese a que que el Plan Director Urbanístico (PDU), que permitirá la construcción del complejo, se aprobó en diciembre de 2016. Junto a la hoja de ruta urbanística se presentó un estudio de impacto económico elaborado por la Universidad Rovira i Virgili (URV), que apuntó a una inversión privada de 5.400 millones y 4.000 nuevos puestos de trabajo.
Las cifras halagüeñas no garantizan que el proyecto vea la luz, habida cuenta de todos los tropiezos y reveses que ha encajado la intervención. La más sonada fue la fuga del promotor inicial del proyecto, Veremonte, en julio de 2015. Tras ello, la Generalitat de Cataluña redefinió el proyecto y lo renombró como Centro Recreativo y Turístico (CRT). Ello zanjó la polémica del nombre, que sectores de Barcelona habían cuestionado al no encontrarse en la Ciudad Condal. Para agregar más incertidumbre, dos de los operadores que se habían presentado al concurso lanzado por el Gobierno autonómico, Melco y Grupo Peralada, se retiraron del mismo, perdiendo 2,5 millones de euros por el camino. Ello dejó a Hard Rock como único candidato y ganador de la licitación. El complejo, pues, depende de la multinacional estadounidense.