El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, ha hecho llegar al Gobierno catalán una petición de estabilidad política. “Para eso, sería bueno que el Parlament aprobase los presupuestos para 2019”, ha explicado el líder de la gran patronal catalana. Fue el presidente de la Generalitat, Quim Torra, el que recibió esta petición empresarial en el marco de un encuentro entre ambos que tuvo lugar este lunes.
Según Sánchez Llibre, el pacto para las cuentas públicas implicará mandar el último mensaje empresarial que en Cataluña ya se da el entorno propicio para revertir la fuga de empresas. La crisis que se vivió hace un año con el punto álgido del proceso independentista se ha traducido con la salida de casi 5.000 compañías. El nuevo líder de Foment del Treball ha defendido en varias ocasiones que en el territorio ya existe “estabilidad económica y jurídica”. Ahora, falta dar un último paso que implicaría dar carpetazo a la crisis política que se abrió en ese momento y que aún perdura en el Parlament.
Colaboración con el Govern
Según el presidente de la patronal, Torra le brindó la “máxima complicidad” para impulsar este “compromiso” de conseguir el entorno propicio para el retorno de las empresas. Aunque el apoyo no se traducirá en un plan político específico con medidas claras para este fin.
Sánchez Llibre explica que el primer encuentro con el presidente de la Generalitat se saldó con optimismo. “Estoy seguro que con este Gobierno haremos cosas positivas desde el punto de vista económico e industrial”, ha resaltado. Tanto este, como los próximos Ejecutivos sea cuál sea su color político. El líder empresarial ha remarcado de nuevo que la política no entra en juego a la hora de definir las estrategia de la patronal.
Gran inversión de una multinacional
También ha defendido que el retorno de las sedes sociales constituye un “mensaje positivo para futuras inversiones internacionales que intentan localizar sus headquarters en Cataluña”. Ha revelado que Foment del Treball ha realizado “tres o cuatro gestiones importantes” en este sentido.
Ha anunciado que mantuvo la semana pasada un encuentro con una multinacional del sector de la “digitalización y smart city” para trasladar la sede central de un grupo que está radicado en otro punto de Europa a la capital catalana. “Querían la certificación de que en Cataluña se cumplían estos vectores de estabilidad política y económica”, ha señalado, “y creo que les convencí”.
El presidente de Foment del Treball manifiesta que esta operación implicará el desembolso de “centenares de millones de euros y creación de empleos” y que se cerrará en como mucho uno o dos meses. “Antes de las vacaciones de Navidad les acompañaremos a la Generalitat y podrán reunirse con todos los consejeros”, ha añadido.
Plan estratégico ‘Cataluña 2030’
En clave interna, la gran patrona catalana también aprovechó el encuentro con Torra para hacerle llegar su petición de conseguir un nuevo plan estratégico definir la economía del territorio a 12 años vista, Cataluña 2030. La hoja de ruta que serviría para hacer frente a los “cambios disruptivos de la Industria 4.0 y la digitalización” y que sería el heredero de los acuerdos que los agentes económicos catalanes firmaron con los Gobiernos de Pasqual Maragall y José Montilla; el diálogo social permanente que ratificaron con Artur Mas durante su etapa como presidente y el Pacto Nacional por la Industria que rubricó Carles Puigdemont.
La hoja de ruta cuenta por ahora con el visto bueno del presidente del Gobierno y los consejeros de Economía, Empresa y Trabajo --Pere Aragonès, Àngels Chacón y Chakir El Homrani--, así como del secretario general de UGT de Cataluña, Camil Ros, con quien Sánchez Llibre ya se ha reunido. La próxima semana hará lo propio con Javier Pacheco, el líder de CCOO en Cataluña, y con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a quien piensa sumar a su iniciativa.
Conflicto de la representatividad
También ha abierto la puerta a que Torra invite a la “comisión tripartita” catalana a otras patronales del territorio. Básicamente, Pimec, con quien Foment del Treball intenta firmar la paz en el histórico conflicto del reparto de la representatividad, extremo que ya se ha abordado en un primer encuentro entre ambos patronos.
Sobre esta cuestión, Sánchez Llibre se ha limitado a explicar que está dispuesto a ser generoso y que se muestra confiado en conseguir un pacto en el corto plazo. “No pensamos estar cuatro años hablando de Pimec y de Fepime, tenemos otras cosas más importantes”, ha sentenciado. La gran patronal catalana está centrada en impulsar su plan empresarial.