Rigau y Picas no enderezan TCN contra el ‘low cost’ ni con rebajas del 30%
La cadena de moda fundada por la diseñadora Totón Comella, y vendida en 2015 al fondo Endurance, incapaz de aumentar las ventas para hacer frente a un pasivo de más de 5 millones
20 noviembre, 2018 00:00Tres años después de aterrizar en el capital de la cadena textil TCN y de tomar el 100% del capital en 2017, el fondo barcelonés Endurance Partners ha dado su brazo a torcer.
Sus dirigentes, José María Rigau y Pedro Picas de la Rosa, han solicitado al juzgado acogerse a concurso voluntario de acreedores, ante la evidencia de que el plan estratégico trazado en 2015 ha fracasado.
Posibles ofertas para evitar la liquidación
Solo la posibilidad de que alguna otra marca hiciera una oferta para quedarse con la firma, evitaría que la cadena fundada en 1984 por la diseñadora Totón Comella acabara en liquidación. Algunas firmas catalanas, como la de Javier Simorra, estarían evaluando las sinergias derivadas de la compra de TCN para hacerse con la firma de moda femenina.
Al final, Rigau y Picas se han dado de bruces con la cruda realidad. Que, en la salida de la crisis, la compra de sujetadores por 75 euros, pantalones por 200 o abrigos por 700 es algo que no se plantean, ni de lejos, la mayoría de las mujeres jóvenes.
Descuentos generalizados del 30%
Ni siquiera con los descuentos generalizados del 30%, que TCN ha aplicado a la mayoría de las prendas que hoy tiene en venta a través de su página web, los precios resultan asequibles.
Venía Noeco, la sociedad propietaria de TCN, de aguantar a trancas y barrancas los años duros de la crisis, que habían provocado que las ventas se desplomaran desde los 18 millones de euros facturados en 2008 a menos de 5 en 2015, con una caída del 19% respecto al año anterior, cuando Endurance aterrizaba en el capital de la cadena fundada, en 1984, por la diseñadora Totón Comella y su marido José María Donat. Y, desde entonces, la cosa no ha ido a mejor.
Ingresos estables, pero insuficientes
En los tres años en que Endurance lleva al mando de TCN, los ingresos se han mantenido estables, en torno a los 5 millones de euros, y las pérdidas se han amortiguado, desde los 1,13 millones perdidos en 2015 a los apenas 400.000 euros registrados el pasado ejercicio.
Pero son números insuficientes para soportar un pasivo de 5 millones de euros, sobre todo cuando las ventas en lo que llevamos de 2018 se han desplomado y hacen presagiar que al cierre del ejercicio volverán a ahondar en unos números rojos, próximos al millón de euros, similares a los que TCN cosechaba en 2015, cuando Rigau y Picas de la Rosa llegaron al rescate.
El cliente que sale de la crisis compra menos
Se convierte así TCN en una víctima más del nuevo cliente --sobre todo, mujeres jóvenes, el público principal de la firma--, que sale de la crisis con mucho menos poder adquisitivo, que compra menos ropa, y cuando lo hace se decanta por productos más baratos.
Como apuntan desde Fedecon, patronal de la industria de la confección, los clientes se apuntaron al ‘low cost’ por necesidad, y ahora los más jóvenes, con sueldos escasos, anteponen gastos en vivienda, ocio o viajes a la compra de ropa.
100 euros menos de gasto en ropa
A diferencia de otras cadenas con prendas más baratas, TCN y otras firmas de lujo han sufrido como nadie el bajón de las ventas registrado en los últimos años. De media, los españoles se gastan ahora en ropa un 17,5% menos que antes de la crisis --unos 450 euros,100 menos--, según un estudio de EAE Business School.
De esta manera, de nada ha servido el proceso de profesionalización abordado por Rigau y Picas en la firma de moda durante estos tres años, y que tuvo su momento álgido, a principios de 2017, cuando Rigau decidía sustituir a la diseñadora Totón Comella de la dirección creativa de la cadena que había fundado tres décadas antes, colocando en su lugar a Aser Tapia, procedente de la mallorquina Camper. Tras este movimiento, Comella y su marido José María Donat vendieron el paquete accionarial que ostentaban en TCN, quedándose el fondo Endurance con el 100%.
Profesionales fichados a golpe de talonario
Junto a Tapia, José María Rigau fichaba, a golpe de talonario, a profesionales de Inditex, Mango, Armand Basi o Antonio Miró, en áreas claves de la empresa, de cara a acelerar la expansión internacional de la cadena de moda.
Un arma de doble filo, que, si sale bien, puede aumentar notablemente los ingresos, pero que, si la facturación --como ha sido el caso-- no alcanza las expectativas previstas, comporta la asunción de unos costes elevados, tanto en el alquiler como en la decoración de los locales, salarios y mantenimiento de ‘stock’ suficiente.