El director de Economía y Estudios de Foment, Salvador Guillermo, ha valorado el informe sobre empresas fugadas presentado por la Generalitat esta mañana. La opinión del experto es tajante: “que una empresa se marche nunca es buena noticia”. Y si estos negocios son de gran tamaño afecta aún más.

Guillermo asegura que el cambio de sede social de las compañías “ha de preocupar y de ocupar” a todos los agentes económicos y, sobre todo, en aquellos casos de empresas de gran peso en facturación. Defiende que “todas las empresas son importantes” pero que las de mayor tamaño tienen un factor añadido: su capacidad de atracción de otros negocios.

Impacto en la imagen empresarial

A pesar de que los datos defendidos esta mañana por Àngels Chacón, consejera de Empresa y Conocimiento del Govern, indican que las empresas fugadas de gran tamaño son el 20% del total, Guillermo apunta al “importante impacto sobre la imagen” del territorio que han tenido esta fuga.

No ha querido dar valor a los porcentajes pero ha puesto el acento en la relevancia de las grandes empresas, como CaixaBank y Banco Sabadell, que han cambiado su sede. Ha explicado que “una gran empresa nunca viene sola sino que viene un con conjunto de operadores” que también aumentan el tejido empresarial. Además, indica que aunque la mayoría de empresas que han cambiado su sede fuera de Cataluña sean pymes, “la facturación que comporta que las grandes empresas se marchen es mucho más significativa”.

Soluciones

Para el experto de Foment, el quid para recuperar la confianza de las grandes empresas está en preguntarse “por qué han marchado para que no vuelva a pasar” y, sobre todo, “qué podemos hacer para recuperarlas” y para llamar la atención de otros grandes negocios.

En este sentido, ha pedido un marco fiscal más competitivo y reforzar la imagen de Cataluña como un lugar “de puertas abiertas a las empresas”. Una característica “diferencial” que siempre ha tenido el territorio y que ha favorecido el efecto llamada empresarial.