Los taxistas de Barcelona taponan la entrada sur a Barcelona. Los conductores han iniciado una Operación Caracol de ida y vuelta que complicará el acceso al aeropuerto de la Ciudad Condal en la segunda jornada de huelga de 48 horas del sector.
Finalmente, el colectivo ha pactado con los Mossos d'Esquadra avanzar sólo por un carril de la Ronda Litoral de Barcelona. Algunos de ellos han mostrado su disconformidad, ya que querían un colapso aún mayor en la entrada a la Ciudad Condal. No obstante, la policía autonómica les ha permitido cortar sólo un carril de la vía de la Terminal 2 desde el aeropuerto de de la Ciudad Condal hasta la avenida Paral·lel, para luego realizar el mismo recorrido en sentido inverso. La protesta se ha acordado en una asamblea por la mañana, que ha concluido con el inicio de la marcha lenta poco después de las 11:30 de la mañana.
Escoltados por los Mossos
Los 2.000 vehículos que participan en la protesta avanzan en mitad de un fuerte dispositivo policial. Los Mossos d'Esquadra custodian la movilización de los conductores después de que ayer, miércoles 25 de julio, algunos taxistas atacaran un coche de Cabify con una familia de turistas en su interior. Los incidentes se saldaron con un herido y varios identificados. Tras ello, Uber y Cabify anunciaron que suspendían el servicio por no poder garantizar la seguridad en la capital catalana.
En el inicio de la segunda jornada de protesta del sector del taxi en Barcelona, un portavoz de La Élite Taxi, sindicato mayoritario en la Taula Tècnica del Taxi (TTT) y cooorganizador de la protesta, ha lamentado los disturbios de ayer y ha señalado que si "localizan a los agresores, los expulsarán del colectivo". Ha agregado también que cree en "la protesta pacífica y ha criticado que se esté hablando de violencia y no de lo que se debería hablar".
TSJC: decisión mañana
Precisamente, la huelga de taxistas de Barcelona se ha convocado por la suspensión cautelar por parte del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de la licencia urbana impuesta por el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) a las licencias VTC, las que utilizan Uber y Cabify. Pese a no tener competencias, la administración supramunicipal que preside Ada Colau aprobó la norma a finales de junio. Recibió inmediatamente un alud de recursos de operadores y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Hoy jueves, 26 de julio, el regulador de los mercados y el AMB se ven las caras en la sala contenciosa del TSJC en un careo sobre la cuestión. El tribunal decidirá mañana viernes, 27 de julio, si mantiene su postura. Los taxistas piden levantar la suspensión cautelar de la doble licencia, mientras que el sector de las VTC advierte que si entra en vigor, el texto fulminará 1.300 empleos y podría provocar responsabilides patrimoniales que el Área Metropolitana debería afrontar.