Francisco Riberas Mera, presidente de Gestamp, ha recogido este martes el testigo a Ignacio Osborne en la dirección del Instituto de la Empresa Familiar (IEF). Un nuevo mandato en el que la organización se centrará en recuperar la buena imagen del empresario. En su primer discurso ante la asamblea de la entidad, el ejecutivo ha cargado contra la “demagogia y los nuevos populismos” que estigmatiza la actividad privada.
“La fuerte crisis económica que hemos sufrido desde 2008 ha ocasionado graves problemas a muchas familias de este país”, ha reconocido. Indica que se ha generado un “clima propicio” para que nuevas voces que tilda de demagogas “culpen a las empresas de todos sus problemas”. Advierte que en el “contexto político actual, es peligroso”.
Las empresas familiares y la crisis
El líder de Gestamp, que ha aterrizado en Barcelona tras presentar unos beneficios de 62,8 millones de euros en el primer trimestre, el 14,2% más, señala que en sus dos años de mandato intentará “trasladar a la sociedad el mensaje de la aportación clave que las empresas familiares han realizado durante la crisis”.
Ha defendido el esfuerzo de grupos como Mercadona, Puig, Codorníu, Uriach o Tous, entre otros miembros de IEF, para “crear y mantener puestos de trabajo, invertir a pesar del riesgo y, todo ello, gracias a un compromiso con su tierra y una visión siempre a largo plazo”.
Primeras ‘start ups’
“Es fundamental que la sociedad conozca que, todas las empresas que están hoy aquí representadas, fueron en su día también start ups que tanto prestigio y reconocimiento social tienen hoy”, ha reivindicado. Manifiesta que gracias a la “visión y esfuerzo de los empresarios que las dirigen, han generado miles de puestos de trabajo y bienestar para muchas familias”. Cuestión que se “debe cuidar y defender, no atacar”.
Ha hecho un llamamiento a “erradicar la imagen que gran parte de la sociedad tiene de que las empresas son, o bien multinacionales sin arraigo ni escrúpulos, o fruto de la cultura del pelotazo”.
Sucesión de las compañías
Además de intentar cerrar las heridas que les han infligido estos nuevos populismos a los que Riberas hace referencia, sin ninguna mención concreta, el nuevo presidente del IEF explica que aún queda trabajo pendiente en otros dos “objetivos fundacionales” de la organización.
Los problemas a los que aún se enfrentan compañías de éxito en la sucesión, especialmente en terceras y cuartas generaciones, y conseguir que la legislación vigente “reconozca las peculiaridades de la empresa familiar”.
Impuesto de sucesiones
Pide que las diferentes Administraciones Públicas avancen hacia los estándares europeos en este sector de actividad económica, especialmente en lo que corresponde a impuestos de sucesiones. Considera que actualmente se “penaliza a la empresa familiar frente a la no familiar, especialmente en el momento de la transición generacional”.
Riberas tendrá un mandato de dos años. Le han precedido en el cargo Ignacio Osborne, de Osborne y CIA; Javier Moll, de Prensa Ibérica; José Manuel Entrecanales, de Acciona; Isak Andic, de Mango; Simón Pedro Barceló, copresidente de Barceló Corporació; y Juan Roig, de Mercadona, entre otros. Actualmente, el IEF cuenta con 100 asociados que representan el 18% del PIB del país.