Foment del Treball tendrá que elegir entre expulsar a Antoni Abad o hacerlo candidato
La junta y el comité ejecutivo de la patronal catalana analizarán este lunes el informe jurídico sobre las actuaciones de su organización díscola, Cecot
8 enero, 2018 00:00Foment del Treball abre este lunes un proceso en el que los miembros de la gran patronal catalana deberán elegir si expulsan a la organización díscola de Terrassa, Cecot, o convierten en candidato a su máximo directivo, Antoni Abad. La junta directiva primero y el comité ejecutivo después analizarán las conclusiones del informe jurídico externo que se entregó al presidente, Joaquim Gay de Montellà, a principios de diciembre.
El documento indica que en el momento actual del conflicto entre Foment y Cecot existen tres escenarios de resolución del conflicto y uno de ellos ya se ha superado. El primero pasa por que la organización de Terrassa se retracte de sus desplantes con la casa madre y manifieste que cumplirá los estatutos de la patronal. Fue precisamente el pacto que se alcanzó en febrero de 2017, pero los actuales líderes de la gran patronal catalana consideraron que Abad se extralimitó en sus atribuciones meses después y era pertinente abrir el segundo expediente informativo.
Reparto de competencias o expulsión
Los otros dos escenarios que plantean los juristas externos contemplan llegar a un punto intermedio, pactar una división de competencias, o abrir el primer expediente de expulsión en la historia de la gran patronal catalana. Pero esta última hipótesis colisionaría con las intenciones confesas de Abad de intentar sustituir a Gay de Montellà al frente de Foment.
De hecho, anunció sus intenciones en diciembre de 2016, cuando se le acababa de incoar el primer expediente informativo. Faltaban dos años para los comicios y durante este tiempo no se ha apeado ni de sus intenciones de dar forma a una candidatura ni de ser un verso suelto dentro de la institución empresarial, especialmente en lo político.
Apoyo al 'procés'
Abad es partidario del procés hasta el extremo de que Cecot fue, junto a Pimec, la única patronal que se unió a la llamada Mesa de la Democracia. El ámbito de diálogo junto a ANC, Òmnium Cultural y los grandes sindicatos en el que se pactaron los llamados paros de país, una especie de huelga general orquestada desde el establishment sin consecuencias sobre el salario.
Aunque lo que más escoció en Foment es que Abad remitiera una carta al ministro de Economía, Luis de Guindos, en la que exigía que retirase el decreto ley que permitía a una empresa aprobar el cambio de domiciliación social sin necesidad de pasar por la junta de accionistas. Una demanda empresarial en el momento de máxima tensión política en Cataluña.
Primero, intentó que Fepime y algunas sectoriales se unieran a su propósito al margen de la decisión que adoptó la patronal: dejar que cada empresario determinara libremente qué hacía con la sede social y fiscal de su compañía.
Decisión de la asamblea
Gay de Montellà abrirá el debate y así consta en el orden del día del encuentro de este lunes, indican fuentes internas de la patronal. Con todo, la cúpula no podrá tomar ninguna decisión sobre la relación que se deberá mantener con Cecot.
Los estatutos de Foment determinan que es la asamblea de la patronal la que tiene la potestad de decidir si se expulsa o no una organización asociada.
El último encuentro de este foro fue el 27 de diciembre y no se espera convocar otro ordinario hasta abril o mayo, momento en el que las elecciones en la gran patronal catalana deberían estar algo más definidas. Y antes tendrá que dar audiencia a Abad y a otros directivos de Cecot para que respondan a las acusaciones de su patronal madre. La resolución del conflicto no será inmediata.