Es la pesadilla que le espera a Hard Rock International en el Consorcio Recreativo y de Turismo (CRT) de Salou. El grupo con sede en Orlando (EEUU) salvó el viernes otra pelota de partido para el nuevo BCN World, el centro de casinos y ocio que ideó el expresidente catalán Artur Mas para Vila-seca y Salou (Tarragona) cuando Sheldon Adelson y su Eurovegas pusieron rumbo a Madrid en 2012.

Ayer, viernes 30 de junio, el grupo de James F. Allen entregó al Gobierno catalán un dosier con la identificación de la empresa y los datos legales. También aportó una fianza de tres millones de euros para participar en la licitación, que se suma a otra de 2,5 millones depositada en el Incasòl para los terrenos en julio.

Fue la única empresa de las tres iniciales que lo hizo. Aunque el Govern vendió que la marca "asumía el proyecto en su totalidad", el movimiento de la enseña estadounidense es sólo un cabo lanzado en mitad de la tormenta. Pocos en el sector inmobiliario creen que el resort vea jamás la luz. Para defender su tesis, apuntan a varios factores.

"Hard Rock no pone el dinero: opera. Busca a promotores y financiación para sus proyectos y pone el sello. Es impensable que avance, por ejemplo, el 50% de los 110 millones que valen los terrenos. Ese será el primer obstáculo", explica un alto directivo del sector.

Terrenos y dinero

En la misma línea argumental, recuerdan la operación que el conglomerado tiene en España. "¿Por qué Hard Rock funciona aquí? Porque en Ibiza y Tenerife sus hoteles los promovió Abel Matutes hijo, que es un hotelero de diez", recuerdan.

En el caso del CRT de Vila-seca y Salou, la firma deberá encontrar a ese ansiado promotor. "Y financiación", recuerdan.

 

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Recreación digital con vista aérea del complejo CRT de Hard Rock entre Salou y Vila-seca, en Tarragona / CG

"Nadie en su sano juicio pondría dinero en un proyecto así. Rentabilizar esa inversión requiere muchos años. Y necesitas un flujo de visitantes estables todo el año, además de ocupaciones hoteleras altas. No basta con llenar dos meses al año en julio y agosto", analizan.

Esta tesis la suscribe un reputado consultor hotelero catalán. "Construir un hotel en el CRT tiene un coste que no rentabilizas si no diferencias mucho de lo que ya existe. O son cinco estrellas gran lujo o te fundirás con los cuatro estrellas que ya tiene la localidad", indica.

Los casinos, de por sí, no 'tiran'

Hay un segundo obstáculo. Fuentes del sector turístico recuerdan que los casinos, de por sí, no son un factor de atracción de turistas. "En Cataluña ya hay cuatro casinos. Y algunos, como el de Lloret de Mar (Girona), pierden dinero", recuerdan directivos del sector turístico.

"Ese producto ya existe. Y por sí mismo no aporta valor. Necesitas algo más", recuerda otro consultor hotelero al ser preguntado por este medio.

"El turista no visita un destino porque hay casinos. Esa es una noción estadounidense. En Europa no funciona así. A ello se le tiene que sumar el mix de visitantes. Salou no es Las Vegas ni Macao, donde el público sí está acostumbrado a desplazarse para jugar", asegura otro profesional.

Fracaso de las enseñas americanas

Esta es precisamente la tercera traba a la que se enfrentará el único licitante del nuevo BCN World. El factor cultural.

"Dos ejemplos. Fashion Café, el bar de Naomi Campbell, Claudia Shiffer y Elle Macpherson, abrió en olor de multitudes en Barcelona en 1997. Ocupaba el actual local de Burberry: paseo de Gràcia con calle Aragó. Difícilmente había un lugar mejor. Pues duró menos de dos años", rememora un directivo del ladrillo.

"El Dive! de Steven Spielberg abrió en 1996 en el centro comercial Maremágnum. No había un lugar más adecuado. Y el concepto triúnfa en Las Vegas. Pues bien: no funcionó", agrega.

"Si Hard Rock consiguiera a uno o varios promotores que arriesguen su dinero, que será difícil, y financiación, que aún lo será más, le quedará la batalla cultural. Pocos en el sector se arriesgarán a vencer tantas dificultades", concluye otra fuente consultada.