Montoro da marcha atrás: los congresos médicos no tributarán
Hacienda cambiará el reglamento del IRPF para que la asistencia a reuniones profesionales de balde deje de considerarse retribución en especie
30 mayo, 2017 00:00El chollo, durante décadas, de los congresos médicos en la Costa del Sol o lugares exóticos como Cancún, en lujosos hoteles, con regalos, excursiones, cenas con espectáculo en Las Vegas e incluso con invitaciones a acompañantes, seguirá como había sido hasta ahora. El principal pagano, la industria farmacéutica, que se gasta cada año en esos menesteres 119 millones de euros, ya no tendrá que hacer públicos y comunicar a Hacienda los nombres de los invitados y el importe de los cursos.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se reunió ayer con la Organización Médica Colegial (OMC) y le informó que en breve el reglamento del IRPF será reformado para que quede claro que "los cursos de formación del personal sanitario, financiados por empresas" ni tributan ni van a tributar como renta, contrariamente a lo que estaba previsto a partir del año próximo.
Dos informes en sentido contrario
La reunión se produjo después de que en un reciente informe la Agencia Tributaria concluyera que esos cursos debían tener la consideración de retribución en especie, lo que generó preocupación e incertidumbre en el colectivo médico. El informe de la Agencia Tributaria recogía una resolución previa en el mismo sentido del Tribunal Económico-Administrativo Central del pasado 4 de abril, que a su vez se basaba en el criterio ya expresado por la Dirección General de Tributos.
La polémica estaba servida en un colectivo formado por 240.840 facultativos, en los colegios profesionales, los sindicatos y las sociedades científicas que organizan los congresos nacionales e internacionales. Pocos médicos estaban dispuestos a pagar de su bolsillo una asistencia que consideran necesaria para ponerse al día en los últimos avances de la medicina.
Sueldo de varios meses
Las cuotas de inscripción en los congresos científicos que se celebran en España cuestan unos 500 euros de media. Hasta ahora los suelen cubrir las farmacéuticas. Pero el desembolso puede llegar a miles de euros cuando son en el extranjero.
Por ejemplo, si un médico viaja a Chicago (EEUU) a un congreso internacional, la inscripción es más costosa, el billete de avión puede rondar los 1.000 euros y con el alojamiento la suma puede superar los 3.000 euros. “Si uno participa en varios, puede suponer el equivalente al sueldo de varios meses. Una ruina”, asegura José Manuel Romero, cardiólogo madrileño.
Formación continuada
La OMC, que aglutina a todos los colegios, consideraba que la medida de Hacienda era una barbaridad. Los congresos, dice, no son para hacer turismo sino que van dirigidos a sufragar la “necesaria formación continuada” de los médicos.
“Si no lo hace la industria, debería ocuparse de ella el Sistema Nacional de Salud, pero no lo hace”, denuncia Francisco Miralles, secretario general de la Confederación de Sindicatos Médicos. La organización pide que, en ese caso, la formación debería dispensarse a los médicos dentro de su jornada laboral o se les abone una partida en nómina. Incluso hablaba de convocar una huelga.
European Society Cardiology de Barcelona / EFE
La Federación de Asociaciones Científico-Médicas también rechazaba lo que consideraba “una injusta penalización fiscal del médico”. La entidad, que agrupa a 42 sociedades médicas, proponía como fórmula alternativa que los laboratorios le transfirieran todos los pagos, en lugar de hacerlo de manera individual, para que ella los gestionara globalmente de forma que este tipo de formación pudiera, justificadamente, no estar sometida a carga fiscal.
Raro apoyo socialista
La polémica llevaba meses rondando por el Congreso de los Diputados. En febrero, se aprobó una proposición no de ley de Ciudadanos, con apoyo del PP, para instar a Hacienda a que este tipo de transferencias no tributen. Pero el partido de Rajoy escuchaba y daba largas.
En una rara coincidencia, el PSOE, hasta el momento, apoyaba a la Agencia Tributaria. “No se puede dar a los profesionales sanitarios un trato distinto al del resto de los ciudadanos. La formación ha de hacerse desde las instituciones sanitarias”, apostilla el portavoz Jesús María Fernández. Podemos se pronuncia en una línea muy cercana.
C’s preferiría que fueran los “empleadores”, es decir, las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad, quienes se hicieran cargo de los pagos. Su portavoz parlamentario, Francisco Igea, prepara una ofensiva contra las Administraciones. Empezando por la suya, Castilla y León, y continuando por las gobernadas por el PSOE y Podemos.
Farmaindustria, nadando entre dos aguas, apuesta por una fórmula, pagada como hasta ahora por esta patronal o por la Administración, pero que propicie la asistencia de los médicos a congresos. “Su formación beneficia a todos, y sobre todo a los pacientes”, advierte su presidente, Jesús Acebillo.
Industria millonaria
Los expertos consideran que la negativa de los médicos a asistir a congresos, tal como habían amenazado, pasaría factura a una industria millonaria. Hay en perspectiva algunos tan multitudinarios como los que reunirán en junio en Madrid a 8.000 urólogos y 14.000 reumatólogos. Y a finales de agosto y septiembre, a 13.000 odontólogos y 20.000 oncólogos. La anterior edición de este último, la ESMO, generó en 2014, según Ifema, más de 20 millones de euros y 75.000 pernoctaciones hoteleras durante los cuatro días.
El récord de convenciones internacionales en el campo sanitario, siempre con un 80% de extranjeros, lo ostenta el Congreso Europeo de Cardiología celebrado en Barcelona en 2009, con 31.371 participantes y un impacto económico de más de 100 millones.
Patrocinio rentable
La mayoría de los médicos asegura que no se deja llevar por invitaciones o regalos de las farmacéuticas a la hora de recetar un fármaco o un tratamiento. Pero el patrocinio es una inversión muy rentable para los laboratorios. A modo de ejemplo, en la histórica convención de Barcelona, los gigantes Astrazeneca y Boehringer Ingelheim mostraron sus nuevos tratamientos anticoagulantes, con los que ganaron presencia en un mercado que mueve 5.000 millones al año.
Cierto que, bajo la batuta del presidente y prestigioso Valentín Fuster, también se expuso una nueva hoja de ruta para la disminución de los factores de riesgo cardiovascular. Y eso es beneficioso para todos.