Pronovias ya se resiente de la separación del matrimonio que ha capitaneado la empresa durante décadas. Alberto Palatchi Ribera, propietario del negocio y presidente del holding, y Susana Gallardo Torredía, su esposa durante 30 años y vicepresidenta del grupo, comienzan a repartirse las sociedades y una fortuna de 750 millones de euros.
Gallardo ha dejado este jueves de ser la administradora suplente de cuatro sociedades en las que Palatchi es administrador único: Pronovias S.L., en la cúspide del holding; Pronovias International S.L., filial al 100% de la matriz; San Patrick S.L., la confeccionista y comercial del grupo; e Inmoprisa, sociedad tenedora de los inmuebles del grupo.
La figura de administrador suplente, poco habitual, tiene por función establecer un sustituto inmediato para una vacante sobrevenida, algo especialmente útil en sociedades con un administrador único. Las revocaciones de Gallardo de todos estos cargos se han hecho públicas hoy en el Registro Mercantil, aunque las diferentes compañías no han querido hacer declaraciones a los medios.
El divorcio de las sicavs
Si bien en un principio se anunció que ambos seguirían en sus cargos, Palatchi como presidente de la compañía y Gallardo como vicepresidenta, ya ha comenzado la separación de bienes. La salida de ella como administradora suplente puede ser un anticipo de su también cese como vicepresidenta.
Los primeros activos en resentirse del divorcio de los empresarios fueron las sicav, que acumulan una fortuna de 400 millones de euros. El capital de Herprisa (218 millones) y Gesprisa (181 millones) proviene esencialmente del negocio textil.
Más allá de Pronovias
Estos fondos, por tanto proceden de los negocios propiedad de Palatchi. Pese al descenso de los beneficios que experimentó Pronovias en 2015, el grupo siguió facturando 54,6 millones de euros, con una cifra de negocio de 150,78 millones.
Sin embargo, Susana Gallardo seguirá contando con una amplia cartera empresarial, aún si abandona el negocio nupcial. Junto con sus hermanos Antonio y Rosa, está llamada a heredar los bienes de su padre Antonio Gallardo Ballart, titular del 29% de los laboratorios farmacéuticos Almirall, así como múltiples activos mobiliarios e inmobiliarios.