Un hotel imposible de rentabilizar. El Alàbriga Hotel & Home Suites, el mejor de Cataluña, abrirá en primavera con un horizonte financiero complicado. Los expertos subrayan que la inversión, de 30 millones, "difícilmente se recuperará" y apuntan a otros motivos para la construcción del alojamiento. Mientras, el sector turístico alerta de que el producto "difiere de la planta hotelera que existe en la Costa Brava".
Ajeno a las críticas, el establecimiento ya se promociona entre los circuitos vacacionales de lujo. El Alàbriga Hotel, que tendrá 30 habitaciones de entre 80 y 140 metros cuadrados, ofrecerá jet privado, un yate de 20 metros de eslora para uso particular, mayordomo y un beach club que define como "exclusivo".
Según la publicidad que presenta en las ferias internacionales, el alojamiento amenizará sus noches con el DJ Fred Guzzo y el barman Manel Vehí, que proveerán el necesario divertimento tras una comida o cena en los dos restaurantes que guiará el chef Paco Pérez, al mando de Enoteca, en Barcelona.
"Difícil de rentabilizar"
El superhotel de la Costa Brava tendrá un lunar. Será en el capítulo financiero. "Más de 30 millones de euros con 30 habitaciones es un millón de euros por suite. Para amortizar esa inversión hacen falta tarifas altísimas y llenos sostenidos durante todo el año", ha advertido un consultor en hotelería.
"La Costa Brava funciona un máximo de 26 semanas al año. En invierno no hay nadie ni en S'Agaró ni en Sant Feliu de Guíxols. Es un periodo inhábil. Todo ello deja una ocupación media anual máxima del 60%, siendo generosos", ha agregado.
"Con esta cifra necesitas tarifas muy altas para recuperar la inversión. Y nadie pagará 1.000 euros para venir a S'Agaró una noche. No es un destino de ese rango de precio. Una tarifa menor, de 400 euros por noche, retrasaría y complicaría la rentabilidad por habitación disponible (Revenue per available room, RevPar, por sus siglas en inglés).
"Distinto a lo que ya hay"
Además de las complicaciones financieras, hay otros aspectos que el sector ve complicados. Uno de ellos es el encaje en el entorno. "No existe nada igual en la Costa Brava. Hay hoteles con mucho encanto, pero son boutique. Aquí se plantea un negocio lujoso al por mayor", explica un profesional del sector que prefiere no revelar su nombre.
Según él, sus inversores, el alemán Valery Scherer y el ruso Sergei Rusakov, deberían haberse fijado en los negocios complementarios. "Si salen del hotel en invierno, los huéspedes ¿qué encontrarán?", se inquiere la misma fuente.
Según el profesional de la hotelería, algunos negocios vacacionales "se ponen en marcha donde nosotros iríamos con el producto que nosotros compraríamos. Es un error monumental. Lo importante es detectar adónde va la gente y cuánto está dispuesta a pagar por ello".