Catalana d’Iniciatives se hunde y presenta preconcurso de acreedores
La empresa de capital riesgo propiedad de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona pierde 77 millones en seis años, después del fiasco de Spanair
30 noviembre, 2016 00:00La empresa de capital riesgo Catalana d’Iniciatives ha instado ante el juzgado mercantil número 4 de Barcelona el preconcurso de acreedores, antesala de la suspensión de pagos.
A partir de ahora se abre un periodo de tres meses para negociar con sus acreedores un convenio anticipado. En caso de no lograrlo, la empresa dispondrá de un mes más para declararse formalmente en insolvencia.
El activo de la compañía asciende a 6,5 millones de euros y el pasivo exigible, a 14,5 millones. Éste se reparte entre tres acreedores, el Institut Català de Finances, brazo financiero de la Generalitat, con 12 millones; BBVA con 1,3 millones; y Caixabank, con 1,2 millones.
Patrimonio real negativo
Ante la imposibilidad de cobrar las citadas sumas, las tres entidades convinieron con Iniciatives que los créditos se conviertan en préstamos participativos, que computan como fondos propios. Al margen de este cambalache contable, lo cierto es que el patrimonio real de la empresa arroja un saldo de 9,3 millones negativos.
El descalabro de Iniciatives ha acabado arrastrando a su filial Catalana d’Iniciatives Assessorament, firma que se dedicaba a prestar servicios a las empresas participadas por su matriz.
Éstas se reducen hoy a solo dos sociedades. La citada Catalana d’Iniciatives Assessorament y Ginesta Inversions i Serveis Immobiliaris. El valor contable de ambas es nulo.
El despacho Roca, en la liquidación
Iniciatives se encuentra en proceso de liquidación desde diciembre de 2013, a cargo de Josep Pujolrás, economista del bufete Roca Junyent, asistido en calidad de secretario por el abogado Joan Roca Sagarra, hijo del ex político Miquel Roca Junyent.
El pasado ejercicio, la empresa declaró una pérdida de 1,5 millones de euros, idéntica a la registrada en 2014.
Capital público
Catalana d’Iniciatives es un híbrido de accionistas públicos y privados. Los principales paquetes accionariales están en manos del Institut Català de Finances (ICF), de la Generalitat, y de Barcelona Serveis Municipals, dependiente del Ayuntamiento, que son titulares del 24,2% cada uno. El tercer accionista es privado, Banco Sabadell con el 8,9%.
Dada la presencia del ICF en calidad de accionista y de acreedor, los contribuyentes de Cataluña soportan un doble varapalo.
Sentencias judiciales elevarán las pérdidas
Para el presente año se prevé un fuerte incremento de las pérdidas debido al impacto que tendrán diversas sentencias judiciales contrarias a los intereses de Iniciatives, relacionadas con antiguas participadas.
Catalana Iniciatives se fundó en 1993 por fusión de la sociedad de capital riesgo Iniciatives, que giraba en la órbita del Ayuntamiento de Barcelona, con su homóloga Societat Catalana de Capital a Risc, controlada por la Generalitat. Una y otra, a su vez, se habían constituido a mediados de los años 80 del siglo pasado.
El cuerpo accionarial se completó con la entrada de varias firmas privadas, entre ellas La Caixa, Banco Sabadell, la aseguradora Fiatc y la mutua Asepeyo, más Telefónica, la eléctrica Endesa, la petrolera Repsol y la Once.
Nombres ilustres en la dirección
Bajo la dirección de Francesc Raventós, ex decano del Colegio de Economistas de Cataluña y ex teniente de alcalde con Pasqual Maragall, Iniciatives aportó durante dos decenios 700 millones a un plantel de más de 140 empresas. Algunas operaciones no dieron los frutos que se esperaban, pero en su mayoría devengaron saneadas plusvalías cuando llegó la hora de venderlas. El balance global fue ampliamente satisfactorio y reportó jugosos dividendos a los socios.
Raventós se jubiló en 2006 tras 20 años consecutivos de servicios a la empresa. Cedió el testigo al ingeniero Manuel Albanell (derecha en la imagen superior) y al ejecutivo Rafael Suñol (izquierda), el segundo como vicepresidente ejecutivo.
El fiasco de Spanair
En 2009, por presiones políticas, la compañía tomó el 10% de Spanair. Suñol fue siempre un fervoroso defensor de aquella operación. Sin embargo, Spanair suspendió pagos, desapareció del mapa y todo el dinero desembolsado se evaporó para siempre. Su quiebra ha costado más de 250 millones a los contribuyentes catalanes.
El siniestro tuvo consecuencias devastadoras para Iniciatives, pues de una tacada se evaporaron todos los recursos que se habían acumulado en 20 años de fecunda trayectoria y la compañía se hundió para siempre. En el periodo 2010-15, lleva contabilizados unos números rojos de 77 millones.
El preconcurso instado ahora es un corolario directo de la desgraciada inversión en Spanair.