Pisos en construcción.

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La enseñanza de la crisis: ¿Qué errores no hay que repetir al comprar piso?

Pasado el 'boom' inmobiliario, el comprador inteligente tiene en cuenta una serie de detalles antes de firmar una hipoteca

17 octubre, 2015 15:11

Siete años después de que en septiembre de 2008 estallará la crisis, con el consiguiente pinchazo de la burbuja inmobiliaria, ya se aprecian signos de recuperación en el mercado. Los bancos vuelven a conceder préstamos e hipotecas, y los españoles se deciden a comprar otra vez vivienda. Pero ¿hemos aprendido de los errores del pasado?

Errores que hay que evitar repetir

Precipitarse en la compra. Uno de los errores típicos del comprador en tiempos del boom inmobiliario era comprar precipitadamente, con la idea de anticiparse a otro aspirante, y dejando el precio en un segundo término. Ahora, en cambio, los compradores se aseguran que el precio del inmueble se ajuste al del mercado. Se ha acabado comprar pisos de 50 metros cuadrados por importes astronómicos.

Comprar sin conocer el producto. Otro error habitual era era quedarse con una vivienda de la que solo se habían visto las fotos de la web donde se anunciaba. El comprador de ahora ha aprendido a no fiarse de los anuncios y a comprobar sobre el terreno que la oferta se ajuste a la realidad.

No negociar las condiciones. Además de a comparar precios, también hemos aprendido a negociar las ofertas: un comprador inteligente intentará pactar las condiciones que más le beneficien, como por ejemplo reducir o eliminar las comisiones.

Comprar por encima de nuestras posibilidades. Si algo ha quedado claro con esta crisis es que no hay que firmar préstamos que no nos podamos permitir. Los bancos ya no conceden hipotecas a personas que saben que no podrán pagarlas, y son más exigentes con el perfil financiero de los clientes.

El alquiler, una alternativa

Antes de la crisis económica, lo más común en España era decantarse por la compra antes que por el alquiler de la vivienda, ante la percepción generalizada de que alquilar significaba “tirar el dinero”. Sin embargo, parece que cada vez la gente es más consciente de que el alquiler es una solución para todos aquellos que no se pueden permitir abrir una hipoteca.

Una buena forma de saber qué opción es más recomendable para cada uno es comparar el importe mensual del alquiler con lo que pagaríamos de cuota de hipoteca. Existen calculadoras online, como el simulador de hipoteca de HelpMyCash, que permiten hacer el cálculo de forma rápida y sencilla.