Concentración de profesores asociados contra la precariedad en la universidad / CG

Concentración de profesores asociados contra la precariedad en la universidad / CG

Vida

Los profesores asociados amenazan con la huelga indefinida si continúa la precariedad laboral

Los docentes universitarios, que aseguran cobrar unos 500 euros de media, denuncian la falta de interés de las instituciones públicas

15 mayo, 2019 13:33

“Hacemos la misma tarea que haría un profesor titular pero cobramos unos 500 euros”. Bajo el grito “Basta de precariedad en la universidad”,  los docentes asociados se han congregado, nómina en mano, ante la Dirección General de Universidades de la Generalitat de Cataluña, para exigir unas condiciones dignas. En caso de que se hagan oídos sordos, amenazan con emprender una huelga indefinida con el comienzo del próximo curso.

“Se trata de una problemática que afecta a todas las universidades catalanas: cobramos una cuarta parte por el mismo trabajo”, asegura Mireia López, profesora asociada de la Universidad de Girona y portavoz de la protesta. Desde CGT denuncian que son 7.500 los profesores asociados en la comunidad autónoma, que se hallan bajo la misma problemática.

"Incumplimiento de la ley"

“La tasa de asociados está por encima del 40%, que significa el incumplimiento de la ley”, asegura López. En concreto, la Ley Orgánica de Universidades fija que el personal docente e investigador contratado no puede superar el 49% del total. Así, el colectivo insta a las autoridades a llevar a cabo una regularización de su situación, impulsar un aumento salarial y cesar los “despidos encubiertos”.

El profesor asociado se ha empleado de forma tradicional por la universidad como una figura de prestigio. Se trata de una persona con un empleo ajeno a la vida académica y que realiza una serie de horas --entre impartir clases y tutorías--, que complementa con su actividad y por lo que recibe una retribución que suele ser pequeña.

Falsos asociados

No obstante, el colectivo denuncia que muchos son falsos asociados, una figura que crece tras el estallido de la crisis económica. Hasta el punto de que funcionan como falsos autónomos, es decir, están dados de alta en la Seguridad Social mientras su única actividad es la universitaria. Esto también conlleva que “quienes no son asociados reales tienen que quitarse tiempo para dedicarlo a la investigación para seguir progresando”, como señala López.

Ferrán Jiménez, asociado en el departamento de orientación educativa de la UB, explica que cuenta con un contrato de 24 horas mensuales por el que recibe 280 euros. “A esas horas hay que añadirle el trabajo que hay detrás de preparación y tutorización. Hay que encadenar varios contratos para poder sumar” , lamenta.

Contratos a corto plazo

Jiménez compagina su labor universitaria con la docencia en la ESO. Todos los presentes en la protestad relatan que la precariedad les lleva a sumar diferentes trabajos para sumar un sueldo digno. Asimismo, denuncian la situación de inestabilidad en sus contratos, ligados al corto plazo: “Te hacen contratos temporales de un semestre o un año y después pueden dejar de renovarte”.

“Cubren necesidades estructurales y de golpe dejan de contratarte porque no les convienes”, lamenta López, que afirman que hay compañeros que “llevan 10 años impartiendo las mismas asignaturas”. Asegura que si las autoridades no mueven ficha, las acciones seguirán tomando fuerza.