Este jueves 20 de mayo, cinco bares de la denominada calle del Pecado de Sitges han abierto sus puertas entre las 11 de la noche y las tres de la madruga. Se trata de una prueba piloto que deberá servir para guiar el plan de reapertura del sector del ocio nocturno en Cataluña tras meses de cierre forzoso a causa del coronavirus.
En el marco de este ensayo clínico orquestado por la Consejería de Salud y el Ayuntamiento de Sitges, los garitos Rich Monkey, Pachito, Everlasting, Las Vegas y Blitz han subido la persiana para dar cobijo a 405 personas que han podido disfrutar de una noche de fiesta sin distancias de seguridad ni restricciones de aforo.
Noche de fiesta en Sitges
A diferencia de las pruebas anteriores --apertura de la Sala Apolo y concierto de Love of Lesbian--, en esta ocasión, los participantes han podido quitarse las mascarillas para consumir bebidas en el interior de los establecimientos. No obstante, cabe destacar que entre las seis de la tarde y las diez de la noche de este jueves, todos los asistentes al ensayo han sido sometidos a un test de antígenos.
Una prueba que se les repetirá de nuevo el próximo miércoles como elemento de evaluación del estudio que dirige el grupo de control de Salud. El coste del ensayo, valorado en cerca de 18.000 euros, ha corrido íntegramente a cuenta del consistorio.
Dispositivo especial
Asimismo, según los datos facilitados por el ayuntamiento, se han practicado 405 pruebas de antígenos entre miembros de la organización y asistentes al evento. En concreto, el público que ha asistido a la prueba piloto se encuentra comprendido en una franja de edad que va de 18 a 76 años. La media de edad se sitúa en 36 años.
Para mayor precisión, desde el consistorio revelan que un 52% de los asistentes al ensayo clínico eran hombres, mientras que el 48% eran mujeres. Además, el 80% de las personas que se han dado cita esta noche en Sitges son residentes del Garraf.

La alcaldesa, Aurora Carbonell, comparece ante los medios minutos antes del inicio de la prueba piloto
Foto: Jordi Nieto

Una de las asistentes al ensayo clínico se somete al test de antígenos previo
Foto: Jordi Nieto

Zona habilitada para el cribado masivo de los 400 asistentes
Foto: Ayuntamiento de Sitges

Largas colas para someterse a una prueba de antígenos
Foto: Ayuntamiento de Sitges

El ayuntamiento de Sitges subministra gel hidroalcohólico y mascarillas quirúrgicas a los asistentes a la prueba
Foto: Jordi Nieto

El 'staff' de los cinco locales prepara las terrazas
Foto: Jordi Nieto

Los camareros esperan a los primeros clientes
Foto: Jordi Nieto

Vigilantes privados pasean por 'la calle del Pecado' antes de la entrada de los asistentes al ensayo clínico
Foto: Jordi Nieto

La alcaldesa y el teniente de alcaldía posan con el equipo de uno de los cinco establecimientos abiertos
Foto: Jordi Nieto

Algunos de los asistentes al ensayo lucen camisetas reivindicativas
Foto: Jordi Nieto

Camisetas de apoyo al ocio nocturno de Sitges
Foto: Jordi Nieto

Muchos de los participantes se reencuentran entre abrazos tras varios meses con los bares cerrados
Foto: Jordi Nieto

Un grupo de asistentes alzan sus copas en alto para brindar
Foto: Jordi Nieto

La alcaldesa (ERC) y el teniente de alcaldía (PSC) charlan de forma distintida en la terraza de un bar
Foto: Jordi Nieto

Una joven tomando una cerveza en plena calle frente a uno de los cinco bares abiertos
Foto: Jordi Nieto

Un grupo de jóvenes, charlando a las puertas de un establecimiento
Foto: Jordi Nieto

Interior de uno de los bares durante el ensayo clínico
Foto: Ayuntamiento de Sitges

Una joven pide una consumición en la barra
Foto: Ayuntamiento de Sitges

La fiesta en el interior de uno de los cinco bares
Foto: Ayuntamiento de Sitges