La mastitis, la gran enemiga de la lactancia materna
Una de cada tres mamás que dan pecho sufren esta enfermedad de la que, hoy por hoy, se desconocen las causas
20 junio, 2021 00:00Hasta un 33% de las madres que dan pecho sufren mastitis en algún momento de la lactancia. Esta enfermedad es causa de dolor, supone un gran malestar y acaba desembocando en muchos de los casos en un cese del amamantamiento de forma no voluntaria. Es una de las grandes enemigas de la lactancia materna. La startup española Lactapp presenta ahora un estudio pionero en España que busca marcadores de la presencia de mastitis en leche materna, algo que probablemente permitirá agilizar el diagnóstico de esta dolencia.
La mastitis es una inflamación que se produce en la mama y que, a veces, implica una infección. Las hay de dos tipos durante la lactancia. “La mastitis aguda es aquella en la que encontramos una zona indurada, enrojecida y, muchas veces, dolorosa al tacto en el pecho y que además hay otros síntomas, como es malestar general, dolor articular, náuseas y fiebre. La sensación es que se tiene una gripe”, explica Laia Aguilar, jefa de investigación en Lactapp, matrona, IBCLC y coordinadora del estudio.
Síntomas y causas
“La mastitis subaguda aparece de forma menos evidente. Habitualmente se tiene un dolor o escozor en el pezón, que suele estar más rosado de lo habitual. También puede haber perlas de leche. Suele ser muy característico el dolor durante la toma y justo después, que se describe como de pinchazos que van hacia la espalda. La forma de diagnosticar esta mastitis suele ser con un cultivo de leche”, detalla. Sin embargo, los resultados del cultivo no suelen llegar hasta varios días después.
Si los síntomas de la mastitis están claros, las causas no tanto. “No suele haber una sola causa. Se ha descrito que las más frecuentes están relacionadas con la dificultad de drenaje del pecho, un agarre doloroso con o sin presencia de grietas, agotamiento materno, haber usado antibioticoterapia en el parto o haber tenido mastitis anteriores”, explica la matrona.
Un diagnóstico tardío puede aumentar la gravedad
Diagnosticar y tratar de forma tardía la mastitis o no resolver el problema de forma adecuada y exitosa puede derivar en un absceso, que requiere de un drenaje externo. Además, aumenta la probabilidad de sepsis, algo que puede comprometer gravemente la salud de la mujer. Por ello, “conocer los marcadores que determinan si una leche tiene mastitis aguda o subaguda puede facilitar su detección y conseguir aliviar antes los síntomas”.
Precisamente, uno de los objetivos del estudio es poder acelerar el diagnóstico, que a veces tarda más de 48 horas en llegar, gracias a un mayor conocimiento de la mastitis. “Ampliar el conocimiento en mastitis y conocer las diferencias entre ciertas sustancias que están presentes en la leche con y sin infección es fundamental para poder brindar a las madres una atención lo más rápida posible. Falta mucha investigación en este campo y desde Lactapp queremos poner luz en problema de salud que afecta a muchas de las mujeres que amamantan”, confirman.
Recomendaciones para atajar la mastitis
El estudio puesto en marcha por Lactapp analizará muestras de voluntarias que tengan mastitis aguda, que tengan mastitis subaguda y que no tengan mastitis, con bebés de entre uno y seis meses que no sean prematuros ni gemelos, que no sean amamantados en tándem (dos niños de diferente edad a la vez) y de madres que no estén en tratamiento antibiótico. Con el estudio, esperan poder determinar las características que diferencian estos tres tipos de leche para poder facilitar el tratamiento.
Como en todo lo relacionado con la lactancia, la falta de formación del personal sanitario sobre este asunto ha hecho que una de las recomendaciones estrella para atajar la mastitis sea destetar. La otra, aplicar calor al pecho al notar los primeros síntomas. Son, claro, recomendaciones erróneas. De hecho, esta opción “puede conllevar el sobrecrecimiento bacteriano y, por lo tanto, empeorar el cuadro”, aclara la jefa de investigación de Lactapp.
Buscar sensaciones agradables
“En ocasiones, cuando el drenaje del pecho es muy dificultoso, se puede recomendar una ducha con el agua templada o caliente, que sea agradable. La idea no es aplicar calor sobre el pecho, sino tener sensaciones agradables que bajan el estrés y el dolor y así facilitar la salida de la leche”, añade.
Es fácil también que durante la mastitis se cruce el pensamiento de destetar al bebé –no sería raro tampoco que algún profesional sanitario desactualizado lo recomendara—. Sin embargo, “no es el momento idóneo”. “Es importante entender que en este momento ofrecer el pecho con mucha frecuencia es fundamental, forma parte del tratamiento. Si la madre está muy incómoda, puede hacerse con un sacaleches o con extracción manual. Una vez solventada la mastitis, si el deseo de destete persiste, se podrá hacer con seguridad”, afirma Aguilar.
Faltan investigaciones que pongan a la madre en el foco
Esta startup española, que la semana pasada presentó los resultados del primer estudio que se ha hecho sobre la lactancia materna y el Covid en España, está apostando fuerte por la investigación. Considera que la lactancia “ha sido un proceso muy poco estudiado”. “En realidad, como la mayoría de los procesos fisiológicos de las mujeres. Además, con la excusa de que se tenía una alternativa a la lactancia materna, no se ponía foco aquí. Es en todo el proceso de la lactancia materna que falta investigación, no solamente en el campo de las mastitis. A las madres se les recomienda amamantar a sus bebés, pero después no tenemos elementos para poderlas ayudar cuando lo necesitan”, lamenta esta matrona catalana.
Desde Lactapp creen además que en las investigaciones realizadas sobre lactancia siempre se ha puesto el foco en los beneficios que supone la leche materna para el bebé. Sin embargo, se han olvidado de la madre. Aun así, concluye Aguilar: “Cuando ponemos a la madre en el centro, cuando buscamos que su experiencia en la lactancia sea la mejor posible, se siente apoyada y siente que no es juzgada por las decisiones que toma, los índices de lactancia son mucho más grandes. Es fundamental hacer más investigaciones en este campo para poder tener herramientas eficaces que estén al servicio de las personas que amamantan”.