El acusado de matar a una menor en Vilanova en 2018, durante el juicio ante la Audiencia de Barcelona / CG

El acusado de matar a una menor en Vilanova en 2018, durante el juicio ante la Audiencia de Barcelona / CG

Vida

Una hermana del acusado del crimen de Vilanova: "Era un maltratador psicológico"

La familiar asegura que insultaba a sus padres e intentó agredirla en la misma vivienda donde la policía localizó el cadáver de la menor de 13 años en 2018

12 abril, 2021 14:31

Una hermana de Juan Francisco L., acusado de matar a una niña de 13 años en Vilanova i la Geltrú en 2018, ha asegurado este lunes ante el Tribunal del Jurado en la Audiencia de Barcelona que este “era un maltratado psicológico”. La familiar ha relatado que en una ocasión intentó agredirla, al tirarla contra un sillón en el inmueble de la avenida Cubelles, donde la policía localizó el cadáver de la menor, y que fue su marido quien lo evitó. También ha sido testigo de “insultos” a sus padres.

La fiscalía y la acusación particular piden prisión permanente revisable para Juan Francisco, acusado de asesinato y agresión sexual, mientras que su defensa alega homicidio imprudente. Entre otros, por su adicción al alcohol y otras drogas, así como la afectación que supuso para él el estado terminal de su madre, y su mala relación con el padre. Esta hermana ha avalado en la sala el consumo de estupefacientes por parte del acusado, y ha asegurado que el día del crimen, el 4 de junio de aquel año, le comunicó que el fallecimiento de la progenitora era inminente. “Le noté en shock porque hubo un silencio, pero no estaba ido, habló correctamente”, ha indicado a preguntas del ministerio público.

La expareja lo tilda de "agresivo"

Aunque esta familiar ha asegurado que su hermano tenían problemas con las drogas "desde joven", a preguntas de la acusación particular, ha admitido que nunca lo vio consumir o encontró papelinas en el domicilio de sus padres, donde residía Juan Francisco. Otra de las hermanas ha asegurado en sala que este había tenido episodios de "paranoia y fobias". "Veía cosas que no eran, tenía ideas de que había un ladrón, que habían entrado a robar", ha asegurado, tratando de avalar así la coartada de la defensa, que alega que la muerte de la menor fue un homicidio imprudente por esta confusión y no un asesinato con agresión sexual, como argumentan ministerio público y acusación.

Por su parte, la expareja del acusado, y madre de su hija, ha indicado que este en ocasiones era "agresivo". También ha señalado que las discusiones entre ellos eran habituales, "sobre todo por dinero". El día del crimen, la hija de ambos se encontraba en el inmueble y pidió a la mujer que la fuera a buscar. Según el relato de la progenitora, la niña le comunicó que había visto "raro" al padre. Además, ha admitido que lo denunció en varias ocasiones, porque este, a su vez, le había interpuesto quejas "falsas" por no dejarle ver a la menor que tenían en común.