Rosa Peral con Pedro y algunos amigos / CG

Rosa Peral con Pedro y algunos amigos / CG

Vida

Crimen de la Guardia Urbana: un sillón, único testigo de la muerte de Pedro

¿Albert o Rosa se desembarazaron de un mueble que suponía una prueba incriminatoria o simplemente la agente de desprendió de él por obsoleto?

13 abril, 2018 00:00

La presencia o inexistencia de un viejo y carcomido sillón en el escenario del crimen de la Guardia Urbana ha dado mucho juego.

El volcado del teléfono móvil de Rosa Peral muestra fotos de esta estancia de su domicilio en las que aparece de forma preeminente el controvertido sillón.

Controvertido sillón

Tras el crimen, cuando los agentes de los Mossos d'Esquadra entraron en casa de la agente de la Guardia Urbana, el sillón había desaparecido. Las conjeturas se han disparado. ¿Pedro murió sobre ese mueble? ¿Fue envenenado allí? ¿Fue descuartizado allí sobre dicho sillón? El crimen de la Guardia Urbana es que parece hecho a gusto del consumidor. Es como una especie de molde de barro que cualquier ciudadano puede moldear a su libre y particular albedrío. 

Pero los datos objetivos indican que Rosa tiró el sofá por viejo y roñoso y pidió una furgoneta a un amigo suyo para traer a su casa, desde un trastero contratado por el difunto Pedro, un sillón propiedad de éste. Pedro hacía semanas que había iniciado el traslado de todos sus enseres a casa de Rosa, con quien convivía en compañía de las hijas de ella.