Una bailarina en el colectivo de danza integrada Liant la Troca / LIANT LA TROCA

Una bailarina en el colectivo de danza integrada Liant la Troca / LIANT LA TROCA

Vida

Comunicarse a través de la danza: romper barreras en la diversidad funcional

Muchas personas encuentran en esta disciplina el instrumento para "expresar a través de los movimientos todo aquello que no pueden decir con la voz"

29 abril, 2022 00:00

A menudo se cree que las capacidades de una persona dependen de su físico, pero nada más lejos de la realidad. Así lo asegura Jordi Cortés, director artístico del colectivo de danza integrada Liant la Troca. Y es que el baile --junto a otras disciplinas como el teatro o la pintura-- es una “herramienta para expresar a través de los movimientos todo aquello que no se puede decir con la voz”.

Las características del cuerpo, el sexo y la edad son factores que no influyen, pues "en la diversidad está el éxito". En el Día Internacional de la Danza, las personas con discapacidad piden normalizar los proyectos artísticos mixed abilities (con capacidades mixtas). Es decir, formados por individuos de diversas capacidades y que aprenden juntos, en lugar de ser separados de acuerdo con su nivel.

Sin miedo a experimentar

“El miedo a experimentar se está perdiendo”, manifiesta Cortés. "Yo no quiero saber qué discapacidad tiene una persona, sino qué capacidades tiene para potenciarlas. No me interesa que me explique su historial personal. Sólo quiero saberlo a través de su cuerpo”.

En la danza, el cuerpo es el instrumento a través del cual se transmiten las emociones. La experiencia de vida de cada individuo y su situación determinará la forma en la que se expresan. Por eso, el director artístico rechaza la idea de entender el baile sólo para los cuerpos conocidos como “normativos”. “Cada uno tiene una experiencia de vida y profesional. Con eso es con lo que trabajas, independientemente del cuerpo que tengas”.

Personas con diversidad funcional bailando en Liant la troca / LIANT LA TROCA

Personas con diversidad funcional bailando en Liant la troca / LIANT LA TROCA

"Ser ciega no es un problema para bailar"

Un ejemplo de ello es Mercedes Losada, a quien su discapacidad visual no le impide practicar la que es su pasión desde hace más de diez años. A sus 60 años, asegura que la danza “es la mejor forma que encuentra para expresarse”. “El hecho de ser ciega no me supone un problema, solo necesito algo más de esfuerzo y confiar en mi equipo”. Las personas invidentes no tienen un espejo en el que verse reflejados. No pueden imitar o copiar los movimientos, por lo que verlos trabajar es “fascinante”, dice Jordi Cortés, a su vez director coreógrafo. “Es un movimiento genuino, atractivo y estimulante”.

Jaume Girbau, de 53 años, es otro de los bailarines del colectivo desde hace diez años. A través de una amiga accedió a practicar. "Nunca pensé que pudiera hacer danza. Yo, que tengo un cuerpo nada normativo y una malformación congénita, que me traslado en silla de ruedas". Desde que accedió a intentarlo, se produjo un cambio en en su vida: "Para mí es una libertad de movimientos y de expresión, pero con pocas palabras". 

Cortés celebra que en los últimos tiempos se esté dando más visibilidad a proyectos como el que dirige. “Estamos consiguiendo que dentro de programaciones como las del Festival Grec se incluyan planes artísticos donde hay personas con diversidad funcional. “No es una cuestión de sentirse incluido, sino de que se normalice”, añade.

Personas con diversidad funcional bailando en Liant la troca / LIANT LA TROCA

Personas con diversidad funcional bailando en Liant la troca / LIANT LA TROCA

Una necesidad vital

Para algunas personas como Losada, bailar es una “necesidad vital”. Y transmitirlo al público es una de sus grandes aficiones. Por eso, desde Liant la Troca también colaboran con colegios e institutos para impartir talleres con tal de “concienciar a los niños de las capacidades de todos”. También lo hacen en fiestas mayores como las de Sants, las de Gràcia o las de la Mercè.

En días como hoy se hace más necesario que nunca normalizar la diversidad en todos los ámbitos de nuestra sociedad. Y la danza es, para muchos, un lenguaje propio