Joan Pau Miquel, exconsejero delegado de BPA, en una imagen de archivo antes de su paso por la cárcel / CG

Joan Pau Miquel, exconsejero delegado de BPA, en una imagen de archivo antes de su paso por la cárcel / CG

Vida

Sale de prisión el exconsejero delegado de BPA

El Tribunal de Corts de Andorra decreta el arresto domiciliario con control monitorizado para Joan Pau Miquel

16 enero, 2017 17:08

Joan Pau Miquel, exconsejero delegado de Banca Privada d’Andorra (BPA), ha salido esta tarde de la cárcel. Abandona el centro penitenciario de la Comella un año y nueve meses después de que se le aplicara una pena provisional por la caída de la entidad. Lo hace por orden del Tribunal de Corts, una institución equiparable al Tribunal Constitucional español.

Ha atendido la petición de su defensa al decretar que se aplique el arresto domiciliario con control monitorizado al banquero. “Bajo las instituciones, la supervisión y la decisión del Tribunal de Corts como órgano jurisdiccional juzgador y bajo la vigilancia eficaz de la policía”, indica la resolución. Lo hace tras la decisión de la Batllia (juzgado) de renovar la reclusión de Miquel por cuarta vez el julio pasado y ratificado por el Tribunal Suprerior (TS) del Principado en octubre. Reconoce que pena de cárcel preventiva va contra el derecho a la libertad del exdirectivo de BPA.

Anticipación del juicio

La resolución es dura con la justicia andorrana. Recuerda que no se ha demostrado en firme que Miquel haya cometido ningún delito por la fase en la que se encuentra el macrojuicio del caso BPA. La juez Canòlich Mingorance ha terminado la fase de instrucción y aún no ha empezado el juicio oral.

Por ello, recuerda que “ni la decisión de imponer la prisión provisional requiere una anticipación del juicio ni la prisión provisional de la misma supone la anticipación de una pena que no se ha impuesto ni se debería dar por descontada”. Señala que los indicios pueden llevar a su “procesamiento, pero no a prorrogar o mantener de forma indefinida la prisión provisional”.

Penas de tres a ocho años

De forma especial cuando las “penas que le podrían ser impuestas, en caso de condena, van de los tres a los ocho años de cárcel”. Si se tuvieran en cuenta los 672 días que el banquero ha pasado en la cárcel de forma provisional, en el caso de que fuera declarado culpable “habría cumplido más de la mitad de la prisión que podría corresponderle con la pena mínima”.

Asimismo, considera que por el tiempo que ha pasado desde que el banquero entró en la Comella, no hay riesgo de que destruya documentación que pueda condicionar la instrucción ni existe una alarma social que sustente la medida. Como mucho, podría fugarse. Eso es lo que se intentará evitar con la monitorización en su domicilio.

Único imputado en la cárcel

El Tribunal de Corts también remarca que Mingorance no ha usado un criterio común para todos los imputados del caso BPA. Miquel es el único que ha estado en prisión. El resto de procesados están en libertad provisional.