Jóvenes que duermen en las calles de Barcelona / FUNDACIÓN RAÍCES

Jóvenes que duermen en las calles de Barcelona / FUNDACIÓN RAÍCES

Vida

Aumentan los jóvenes que duermen en las calles de Barcelona

Si en 2016, representaban el 3,88% del total de las personas sintecho, entre enero y septiembre de 2019 han aumentado al 9,22%

15 noviembre, 2019 13:15

Un total de 292 jóvenes dormían en la calles de Barcelona en 2018. Se trata de migrantes de entre 18 y 25 años que han quedado fuera del paraguas de la administración al haber cumplido la mayoría de edad. Si en 2016 representaban el 3,88% de personas sintecho en la capital catalana, entre enero y septiembre de este año suponen el 9,22%. 

Según los datos del consistorio, el origen de las personas que han pedido ayuda al SIS Medi Obert (Sismo) indica "una importante sobrerepresentación" de los hombres de origen magrebí --un 36% procede del África del norte y de Marruecos--.

Gente 'sintecho' en Barcelona / CG

Incremento de equipamientos municipales

Tras el aumento de jóvenes sin vivienda, los equipamientos municipales han incrementado la atención a jóvenes de entre 18 y 25 años, aunque advierten que no son espacios "idóneos" para atenderlos. Destacan en este sentido los Centros de Primera Acogida, donde las personas de esta edad solo eran el 7,5% del conjunto de residentes en 2015, mientras que en la actualidad ya son el 22,3% del total.

En los comedores sociales, los menores de 25 años eran el 10,9% del total de los atendidos en 2015, y en 2019 son un 21,4%; en los centros de día se ha pasado del 5,9% al 14,1% y entre los alojados de emergencia en pensiones el aumento es del 7,5% al 13,7%.

Sistema de protección de menores

A finales de junio de 2019, el sistema de protección de menores de la Generalitat tenía en tutela a 4.203 menores sin referente familiar, y Barcelona acoge en centros que gestiona la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (Dgaia) el 20% de ellos. Cerca de la mitad tienen 17 años. 

El consistorio alerta de que dirigir a los jóvenes a estos servicios conlleva "escasas posibilidades de regularizar su situación", lo que significa en la mayoría de casos cronificar su exclusión social.