Amazon, MRW y Seur dejan de repartir en zonas de Barcelona por la crisis de seguridad
El gigante de comercio electrónico y los dos grupos españoles de paquetería interrumpen su servicio en el Besòs tras una oleada de robos a repartidores
22 agosto, 2019 00:00Sin servicio. Amazon, MRW y Seur han abandonado una parte de Barcelona por la crisis de seguridad que azota la Ciudad Condal. La empresa de comercio electrónico y los dos grupos de reparto y paquetería se han retirado de la zona del Besòs, fronteriza con Sant Adrià, tras encajar una cadena de robos a repartidores en la primera quincena de agosto.
Los equipos de comunicación de gigante de e-commerce y de las dos compañías del reparto tardaron horas en contestar a las peticiones informativas de este medio. Cuando lo hicieron aseguraron que “Amazon continúa operando con total normalidad en el área del Bèsos y en toda la ciudad de Barcelona. La seguridad es siempre nuestra principal prioridad, y continuaremos cooperando con las autoridades locales para garantizar la seguridad de los conductores que realizan entregas de paquetes" [en nombre de Amazon]. A su vez, Seur insistió en que "la compañía quiere desmentir la información. Seur continúa con su actividad de reparto habitual en toda Barcelona y Cataluña prestando servicio a sus clientes tal y como lo venía haciendo hasta ahora".
Fuentes cercanas a la operativa de las tres compañías han negado de plano la versión oficial. "Han cesado. No ofrecen el servicio tras sufrir una oleada de robos a repartidores. Ya no reparten en la zona del Besòs", han explicado. ¿Por qué? "La decisión se tomó esta semana. Es temporal y busca dar espacio a las administraciones para que se resuelva la epidemia de delitos leves y crímenes violentos que registra la capital catalana", agregan. ¿Qué solución queda para los vecinos de esta área fronteriza de Barcelona? "Tienen que recoger los paquetes en las sedes de las empresas en Poblenou. Los repartidores se niegan a entrar en el Besòs. Están asustados".
"Desvalijan las furgonetas"
Fuentes policiales señalaron en conversación con este medio que al menos el grupo de paquetería con sede en Barcelona ha tomado la drástica decisión tras un incremento vertiginoso de los delitos contra sus furgonetas. "Ya no van a por los vehículos. Es que van a por los repartidores que las conducen. Las empresas llevan décadas --en el caso de MRW y Seur-- repartiendo en el Besòs, y lo hacían en virtud de un pacto de no agresión con algunas familias locales. Estos acuerdos ya no valen. Se acabó y ahora es vía libre para los cacos, lo que ha provocado la interrupción del servicio", han indicado las voces consultadas. La decisión de vetar todo el reparto en esta franja fronteriza de Barcelona la han tomado las empresas esta semana tras dos robos en una central de MRW en la zona. "Asaltaron una furgoneta en la propia puerta y robaron un bolso saltando una valla aunque hubiera cámaras", han indicado fuentes conocedoras. ¿Qué hace la policía? "Los Mossos d'Esquadra admiten que tienen trabajo para 50 años".
Cualquiera que fuere la situación de la policía autonómica, la zona caliente del crimen en la capital catalana se extiende también a La Mina, un barrio con una compleja estructura social en la vecina Sant Adrià de Besòs. Este hecho lo confirman vecinos de esta última zona. "No es que directamente nieguen el servicio como hace MRW, sino que dicen sencillamente que no hay nadie en casa, cuando es falso", lamentan. ¿En qué situación quedan los vecinos? "No se les ofrece el reparto a domicilio y se les indica que deben recoger sus pedidos en la oficina de Correos más cercana, o en un punto de recogida de Amazon", enfatizan. El cerrojazo del reparto en La Mina se produce pese a que los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra están apostados de forma permanente en el lugar. "Sí, hay dos furgonetas de la Brigada Móvil, pero es que están en un punto y no llegan a todo el barrio", se han quejado vecinos en conversación con este medio.
Como muestra, un botón: alguien quemó 16 contenedores de basura en las calles Venus de La Mina el martes por la noche. Las llamas causaron cuantiosos daños a diversos vehículos aparcados. El caso ha recalado en el escritorio de los Mossos que, además de lidiar con el tráfico y consumo masivo de droga, ahora buscan también a un pirómano.
Protestas en la calle
En el lado Barcelona del Besòs, la situación no es mucho mejor. Un grupo de vecinos ha iniciado manifestaciones y caceroladas para pedir "un barrio digno" ante la oleada de robos en la zona, que fuentes policiales sitúan en los cinco diarios, por siete en otros puntos negros de la delincuencia de la Ciudad Condal: Ciutat Vella. Coinciden las movilizaciones con el trabajo que ha emprendido el nuevo concejal de distrito, David Escudé (PSC), apoyado por la asociación local de vecinos y las fuerzas y cuerpos de seguridad. El edil ha implementado un plan de tres puntos para reforzar la seguridad en el barrio, con especial énfasis en La Verneda, un punto en el que sus vecinos montaron guardia contra los okupas la pasada semana. En el Besòs también hay más patrullas, además de limpieza para mitigar el impacto del consumo de drogas por parte de toxicómanos, que se han refugiado en el barrio tras el cierre masivo de narcopisos en Ciutat Vella.
Pese a estos esfuerzos, o quizá por ellos, la franja fronteriza de la capital catalana es la nueva zona cero de la delincuencia e incivismo. La presencia de los recién llegados clanes de la droga expulsados del Raval se suma a la complejidad y vulnerabilidad propia de un barrio que acoge, entre otras, las viviendas de los manteros de Barcelona que faenan en el litoral y el centro, o las familias romaníes que en el pasado estaban acampadas en solares abandonados del Poblenou.