Casa de Navidad / Imagen de Archivo

Casa de Navidad / Imagen de Archivo

Vida

Manolo, vecino de Tarragona, sobre la Navidad: “Mi casa tiene 450 metros de luces y 8 horas diarias de trabajo durante una semana”

La casa se ubica, concretamente, en el pueblo de L'Ampolla y es todo una obra de arte que los más pequeños visitan con la ilusión y magia de estas fechas

Confirmado por el Gobierno catalán: llega a Barcelona un fuerte cambio en las temperaturas para Fin de Año

Llegir en Català
Publicada

En el municipio de l’Ampolla, la Navidad cobra un brillo especial gracias a la dedicación de Manolo, un vecino que ha convertido su hogar en un referente visual para toda la comunidad.

Lo que comenzó como un gesto para sus hijas cuando eran pequeñas, se ha transformado en una tradición personal motivada ahora por sus nietos y el deseo de ver a los niños del pueblo disfrutar.

A pesar de que el Ayuntamiento ya no organiza el concurso de decoración de fachadas de años anteriores, Manolo mantiene e incluso incrementa su despliegue cada temporada por puro placer personal y familiar.

El esfuerzo detrás de esta iluminación es monumental: “el montaje requiere 450 metros de cableado y una semana de trabajo intensivo”. Para cumplir con su objetivo de encender el 1 de diciembre, Manolo dedica jornadas de “8 horas diarias a la instalación”, contando únicamente con el apoyo de su pareja para colocar cada detalle.

Aunque el tiempo dedicado puede variar ligeramente según las condiciones climáticas como el frío o la lluvia, su compromiso es firme para que la vivienda luzca impecable durante todo el mes.

El diseño, que algunos describen como de “estilo americano”, se centra en resaltar la arquitectura de la casa mediante el dibujo de sus arcadas y pilares con luces, sumando elementos decorativos como estrellas y un caballito.

Mantener este nivel de espectacularidad implica una inversión constante; “este año, por ejemplo, me he gastado 200 euros para reponer material estropeado”, comprando un poco más cada año para que la decoración crezca en complejidad.

Casa de Manolo y su familia en L'Ampolla / Cedida

Casa de Manolo y su familia en L'Ampolla / Cedida

A pesar de las comparaciones externas, el propio Manolo considera, entre risas, que el estilo de los americanos es mucho más "exagerado" que el suyo.

El impacto en la comunidad es innegable, convirtiendo la vivienda en un punto de peregrinación donde los niños pasan varias veces al mes con ilusión, refiriéndose a ella como la "casa de Papá Noel". Esta atracción no solo cautiva a los aproximadamente 4.000 habitantes de l'Ampolla, sino que también genera un efecto llamada en pueblos vecinos, cuyos residentes se desplazan específicamente para admirar el espectáculo.

Incluso ha despertado el interés de extranjeros, como un vecino alemán que, asombrado por el resultado, intentó sin éxito contratar a Manolo para que decorara su propia vivienda.