Wences Palau, el barcelonés que entra en los Guiness World Records por su colección de teléfonos

El talento, la creatividad y el espíritu de superación de los españoles deja huella en el libro Guinness World Records de 2026. Un total de 12 nuevos hitos protagonizados por personas, marcas y talentos nacionales se incorporan a la más reciente edición de esta icónica publicación. En total, se reúnen 38 hitos de España. Esto reafirma al país en logros extraordinarios cosechados en ámbitos tan diversos como el deporte, la tecnología, la cultura, la televisión o el entretenimiento digital.

La publicación correspondiente a 2026, disponible en librerías desde el 8 de octubre, recopila algunas de las hazañas más sorprendentes conseguidas a lo largo del último año. Este nuevo tomo reúne 2.897 proezas registradas en todos los continentes, muchas de ellas recientes o revisadas, que amplían el catálogo mundial de gestas extraordinarias.

Coleccionista de teléfonos

Wences Palau Fernández posee 3.615 teléfonos móviles, verificados en Barcelona el 26 de febrero de 2024. Su primera pieza fue un Nokia 3210 recibido en 1999. Se trata de la mayor colección de teléfonos móviles del mundo. Gran parte de su colección se centra en aparatos de las décadas de los 90 y 2000, con ejemplares que van desde los primeros Nokia y Motorola hasta modelos muy raros y ediciones limitadas.

Su relación con la telefonía empezó en 1999 con un Nokia 3210, aunque no fue hasta 2008 cuando decidió tomarse en serio la afición. A partir de ese momento, su interés se transformó en una búsqueda constante de modelos antiguos y singulares, incorporando piezas sin descanso. Con el tiempo, esa pasión lo ha llevado a reunir la colección más grande del planeta en su categoría.

Más allá del récord

Según explica el propio Wences en diversas entrevistas, su objetivo nunca fue batir una marca mundial, sino “rescatar” la historia reciente de la telefonía antes de que desapareciera. Para él, cada modelo representa un avance técnico, una moda o un momento de la vida cotidiana. Muchos de los terminales ya no funcionan, pero poseen un valor documental que, en su opinión, merece preservarse.

Con el paso de los años, su proyecto ha atraído la atención de aficionados y expertos que buscan información sobre modelos descatalogados. Su colección se ha convertido en una referencia para investigadores y curiosos. También recibe solicitudes de museos y exposiciones que desean exhibir parte de su archivo. Aunque la colección es privada, Palau no descarta abrirla al público si encuentra un marco adecuado.

Detrás del coleccionista

Más allá de su récord, el protagonista es una figura discreta. Trabaja vinculado al sector tecnológico y dedica su tiempo libre a restaurar algunos de los modelos que adquiere. Afirma que cada restauración es un reto, y aunque muchas piezas llegan dañadas, continúa trabajando en ellas con paciencia.

Su método de búsqueda es variado: rastrea mercados de segunda mano, subastas digitales, tiendas especializadas e incluso recibe donaciones. Algunos modelos proceden de países como Japón, Estados Unidos o Alemania, lo que añade rareza a su colección. Precisamente esa singularidad convierte ciertas piezas en auténticas joyas para coleccionistas.

Cierre necesario

Con la certificación oficial del Guinness World Records, Wences Palau Fernández se consolida como un referente mundial en un ámbito donde la nostalgia tecnológica y el interés histórico se entrelazan. Su logro invita a reflexionar sobre la velocidad del cambio tecnológico y sobre la importancia de preservar objetos que marcaron una época.

Mientras el libro Guinness reconoce su hazaña, Palau continúa ampliando la colección sin obsesionarse con las cifras. “Cuando deje de apasionarme, me detendré”, ha dicho. Por ahora, todo indica que seguirá adelante. Su empeño por conservar la memoria de los teléfonos que acompañaron a varias generaciones mantiene vivo un archivo único y en constante crecimiento.