Sergio Dalma siempre ha contado con orgullo que él es de Sabadell, una de las ciudades con más peso de la periferia de Barcelona. Pero, hace unos años, abandonó su ciudad natal en busca de tranquilidad.
El cantante catalán tiene una fama que le persigue desde los años 90 y cada vez que saca un disco, tiene miles de fans que lo esperan. Caminar por la calle equivale a que lo reconozcan y más en su lugar de origen, de allí que haya apostado por la calma.
En una entrevista reciente con La Vanguardia, el artista confesaba que se había cambiado la provincia de Barcelona por la de Girona y una ciudad de 222.177 habitantes por un pueblito de apenas son 135 vecinos. Aunque no es un pueblo cualquiera.
Este rincón del Empordà está tocado por Dalí. Aquí, el artista surrealista adquirió un enorme castillo para entregárselo a Gala. Lo decoró a su estilo y gusto, convirtiéndolo en una obra de arte.
Qué encuentra aquí
Púbol, no es tan artístico, pero sí tiene ese encanto de esas pequeñas localidades donde las casas todavía son de piedra y huelen a leña. Aquí es donde Sergio Dalma ha encontrado su refugio para vivir. Y está encantado.
“Ir a vivir a un pueblo, en el Empordà: ¡es una pasada!”, señalaba al citado medio. A Dalma le recuerda “aquella sensación de ir a buscar lo que es esencial, de ver que la gente allí se saluda, se da los buenos días y se mira a la cara”.
La vida de Dalma en Púbol
A pesar de que allá donde va lo reconoce, el trato cercano y humano no es el mismo en una ciudad como Sabadell que en un pueblo como Púbol. “Esto es una cosa que añoraba mucho”.
Las sensaciones que le transmite vivir apartado del caos propio de una urbe lo ha hecho renacer. “Cuando estoy espeso, salgo a pasear por el bosque y es la mejor vitamina. Estoy en un momento de mi vida en que necesitaba esto”, sentencia.
Castillo de Púbol
Dalma lleva ya siete años allí y ya nota la diferencia. No es el único que nota que la vida allí lo ha cambiado. “Cuando vives en una ciudad vives a otro ritmo, pero ahora me pasa que, cuando salgo del Empordà, cojo el AVE y llego a Madrid, me dicen que me ven tranquilo”, prosigue el cantante.
“Creo que esta es la idea: gestionar las cosas de otro modo”, sentencia. Claro que el tiempo y la edad han ayudado “Los padres se hacían mayores y yo sentía aquella necesidad de estar más cerca de lo que pensaba cuando era pequeño”. Y se fue a Púbol, donde había veraneado durante diez años.
Los atractivos de Púbol
¿Qué tiene Púbol? Apenas un puñado de casas de piedra y mucha historia. Desde la Edad Media, esta localidad perteneciente a La Pera constituyó el centro de una pequeña baronía que articulaba la vida rural de la zona.
Su urbanismo compacto conserva todavía la estructura del antiguo recinto fortificado. La iglesia de Sant Pere, de origen medieval y reformada con el paso del tiempo, marca el eje espiritual del pueblo, mientras que la presencia del castillo recuerda el poder señorial que dominó estas tierras durante generaciones.
Qué ver
Aquí, las calles son estrechas, los muros adosados sirven de protección contra el frío del invierno y las viviendas se apoyan unas contra otras. Como los vecinos hacen cuando necesitan ayuda.
El propio Dalma lo siente. “Ahí soy Josep”, separándose por fin de la figura pública. “En el Empordà son los vecinos que me han visto siempre y eso me gusta mucho: ser uno más”, apunta.
Iglesia de Púbol
Es más, “desde que vivo ahí me siento muy protegido”, asegura. “Estoy como entre algodones, con mucho apoyo”, añade. Agradece el reconocimiento que recibe en Sabadell, Barcelona, Madrid y otros lugares donde triunfa “pero que me quieran como persona, que es lo que quiero que el día de mañana perdure, me hace sentir bien, y en el pueblo yo me siento querido”, remata.
Pueblo de silencio
A eso se le suma que aquí todo es susceptible de inspirar a cualquier artista. Lo hizo con Dalí que reacondicionó todo el castillo de Púbol y quién sabe si los campos de cultivo, suaves colinas y pequeños bosques que rodean el pueblo han inspirado el nuevo disco de Dalma.
Por ahora, está feliz y espera seguir así. Púbol le ha dado la paz y serenidad que necesitaba. El silencio es el protagonista del lugar, junto con el canto de los pájaros. Es verdad que no abundan los comercios ni los servicios, pero esta austeridad contribuye a una sensación de retiro que ha seducido a Gala, a Dalí y a Dalma.
Cómo llegar
Como buena baronía y pueblo de interior, a Púbol se llega en coche, pero no está tan lejos de las grandes ciudades. Girona está a media hora y se llega por la C-66.
Barcelona tampoco está muy lejos. Si bien es un viaje de hora y media larga, se va por la autopista AP-7. Se toma la salida de Girona Nord y se enlaza con la C-66.
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