Publicada

Los buenos hábitos están en peligro de extinción. El ritmo de vida, cargado de prisas y estrés laboral, dificulta tareas como cocinar o salir a hacer deporte. Encontrar huecos para desarrollar actividades saludables es muy complicado. Además, al acudir al supermercado, son cada vez más los alimentos de bajo valor nutricional e hipercalóricos

Esto repercute en la salud de las personas, que cae en picado. Así lo reflejan los últimos datos publicados por la Encuesta de Condiciones de Vida, elaborada por el INE. Según el último registro, correspondiente a 2023, un 39,8% de los habitantes de España sufriría sobrepeso, mientras un 15,2% sería obeso. Por otro lado, un 1,7% tendría un peso insuficiente. De esta manera, solo el 43,3% de la población estaría en su peso forma.

Situación en Cataluña

El contexto general del país es negativo. Dentro de lo malo, Cataluña tiene uno de los mejores datos. Se trata de la cuarta autonomía con menor porcentaje de personas que pesan más de lo recomendable. País Vasco (45,4%), Melilla (47,6%) y Cantabria (50%) están por encima del territorio mediterráneo, cuya cifra es el 50,9%.

El 47,6% de la población catalana se encuentra en una situación de normopeso. Por otra parte, la báscula de un 1,5% muestra una cifra inferior de la que sería saludable en sus casos particulares. De esta manera, el valor de las personas sanas es inferior a la mitad de los habitantes del territorio.

Referencia para analizar

El Instituto Nacional de Estadística se ha basado en el índice de masa corporal (IMC) para elaborar estos valores. Se calcula dividiendo el peso, en kilogramos, de la persona entre la altura elevada al cuadrado (IMC = peso (kg) / altura (m)²). Si el valor se encuentra entre 18,5 y 25, el peso es saludable; si el resultado está por encima de ese umbral, tendría sobrepeso --o incluso obesidad, si se sitúa por encima de 30--, y si está por debajo de 18,5, tendría un peso insuficiente.

En comparación con los datos del 2022, el porcentaje de personas en normopeso de Cataluña ha descencido dos puntos. El sobrepeso se ha incrementado en un 0,5% y la obesidad ha decrecido un 0,3%. Por otra parte, los individuos con un valor inferior al saludable, se han reducido prácticamente a la mitad. 

El polémico IMC

El índice de masa corporal (IMC) es ampliamente utilizado en salud pública para estimar el sobrepeso y la obesidad, ya que su cálculo lo hace sencillo de obtener. Sin embargo, distintos estudios recientes señalan que, aunque correlaciona aceptablemente con adiposidad en poblaciones amplias, presenta limitaciones para predecir el riesgo de enfermedades crónicas y evaluar el exceso de grasa a nivel individual. Asimismo, advierten de que ciertos puntos deben ser revisados.

Las críticas más recientes señalan que el IMC puede ser inapropiado para ciertos subgrupos. No distingue entre masa muscular y grasa, ni considera la distribución de la grasa corporal (como la acumulación visceral) ni variaciones en la función metabólica de los individuos. Además, algunos expertos subrayan que seguir apoyándose exclusivamente en este cálculo en contextos clínicos podría llevar a clasificaciones erróneas y a que personas en riesgo no sean identificadas correctamente.

Tendencia establecida

Los datos confirman que el exceso de peso continúa siendo un problema generalizado en España, incluida Cataluña. Aunque las diferencias territoriales son notables, la tendencia se mantiene estable desde hace más de una década: apenas dos autonomías logran que más de la mitad de su población mantenga un peso saludable (País Vasco, 53,1%, y Melilla, 51,3%). Mientras, el resto del país se sitúa por encima del umbral, con sobrepeso u obesidad. La situación invita a la reflexión.

Noticias relacionadas