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Hay historias que sorprenden. Una herencia del franquismo ha llevado a un pueblo de Cataluña a cambiar su nombre en pleno siglo XXI.

Suena extraño ,pero tiene una explicación mucho más lógica de lo que uno puede llegar a pensar. La dictadura obligó al municipio a absorber a otro y, ahora, de alguna manera, el pueblo mayor ha decidido darle el protagonismo que se merece.

Los vecinos de Palamós, pueblo que inspiró y dio cobijo al mismo Truman Capote, han decidido que el nombre de su localidad cambie por completo. Lo han decidido en un referéndum algo ajustado y con una escasa participación.

Este pasado domingo 23 de noviembre, los habitantes de esta localidad de la Costa Brava estaban llamados a las urnas. Tenían que decidir si mantenían su nombre o si pasaba a llamarse Palamós i Sant Joan.

Un referéndum acordado

Los vecinos ya empezaron a ejercer su derecho a voto desde el pasado lunes, pero el día cumbre fue el domingo. Ese día la Biblioteca Municipal y la antigua escuela Vila-romà colocaron las urnas en sus dependencias y abrieron sus puertas a la elección.

Estos dos colegios refrendarios han estado abiertos desde las nueve de la mañana hasta las ocho de la tarde. La afluencia fue más que moderado. El resultado, en cambio, casi indiscutible.

Los resultados

Antes de que tocaran las doce de la noche, el ayuntamiento de esta ciudad de Girona daba a conocer la decisión: los habitantes del municipio apuestan por cambiar el nombre. Son 897 votos a favor frente a los 753 que suman a la contra.

Así lo proclamó la alcaldesa de la localidad, la republicana Maria Puig. Tras recordar que un total de 17.083 vecinos mayores de 16 años estaban llamados a votar, ha procedido a la lectura de los resultados que han sido más que claros.

Votación sobre el cambio de topónimo en Palamós Ayuntamiento de Palamós

A la pregunta "¿Quieres que el topónimo del municipio de Palamós incorpore el nombre de Sant Joan pasando a denominarse Palamós i Sant Joan?" el 54,4% de los votantes (897 personas) han votado que sí, y 753, el 46,6% de los participantes, han rechazo la propuesta.

En total, 1.650 personas han participado de la decisión, menos del 10% de la población. Aun así, la edil recuerda que la intención del consistorio y de las fuerzas políticas del municipio es que el resultado de la consulta sea vinculante. Aunque esto va a llevar su tiempo.

¿Ahora, qué?

Por ahora, el primer paso es trasladar de forma oficial la conclusión de la votación al pleno del consistorio. Una vez informado, se deben iniciar los trámites administrativos para incorporar Sant Joan al topónimo. De esta manera Palamós pasará a ser Palamós i Sant Joan.

La iniciativa del cambio de denominación fue impulsada por la asociación de vecinos de Sant Joan. Lo curioso es la historia que une a ambos municipios y que viene de la época del franquismo.

Una decisión franquista

Era 1942 cuando el núcleo poblacional de Sant Joan que fue anexionado al municipio. Desde entonces, “el nombre pasó al olvido institucional, a pesar de que el pueblo no lo ha perdido nunca", señala el presidente de la Associació de Veïns de Sant Joan, Carles Sala.

Este vecino de esta zona de Palamós recordaba que a pesar de la decisión franquista, ambos núcleos conviven en concordia. Nunca han reclamado separarse, pero sí llevan años reivindicando que el municipio tenga un lugar en el nombre de Palamós. Ahora, lo han conseguido.

Palamós seguirá siendo Palamós, el pueblo marinero que nació en torno al puerto y que mantiene su conexión con sus raíces marineras y pesqueras”, y “Sant Joan seguirá siendo un pueblo vivo, con dinámica vecinal activa, reivindicativa y genuina”, asegura la alcaldesa.

La política añade que ahora "el topónimo del municipio recogerá ambas realidades con un solo nombre” y “reflejará la realidad de un municipio compuesto por dos pueblos que mantienen viva su identidad y forman parte de un mismo camino institucional y administrativo”.

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