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Elegir una carrera es una decisión importante. En ocasiones no marca para siempre, pero puede empezar a fijar algo determinante: apostar por lo que uno quiere hacer o por aquello que le va a dar un futuro mejor. A veces van juntos, en otras ocasiones convergen con el tiempo o, directamente, van por separados.

En una situación como la actual, donde parece que se viva en una crisis permanente, parece que impera elegir una carrera con salida y buen sueldo. Si uno se encuentra en ese camino, hay un estudio que le puede ayudar.

La Fundación CYD ha publicado un informe sobre empleabilidad universitaria en el que da con las claves para encontrar las titulaciones con mejores perspectivas laborales y económicas en España, incluidos los datos correspondientes a las universidades catalanas. 

El estudio se centra en el seguimiento de los egresados cuatro años después de finalizar sus estudios. Y hay sorpresas.

No son las matemáticas

En los últimos años se decía que las Matemáticas y algunas de las Ingenierías eran las carreras con más oportunidades. Se afirmaba que eran las que tenían más salida y posibilidad de un mejor salario, por la falta de profesionales.

Algo ha cambiado. Al menos se si atiende a este último estudio que revela que la carrera con mayor inserción laboral y mejor sueldo medio es, una vez más, Medicina.

Los datos

Los datos recogidos revelan que cuatro años después de graduarse, el 94% de los titulados en esta carrera están afiliados a la Seguridad Social. Un porcentaje que refleja un nivel de inserción laboral prácticamente pleno. 

Eso viene también con un salario más elevado. Los titulados en Medicina presentan la base de cotización media más alta, con 41.839 euros anuales, lo que la convierte en la carrera mejor remunerada del sistema universitario español.

A pesar de recortes y de las quejas de los profesionales por las condiciones laborales a las que están sometidos, los médicos tienen futuro. El 99,8% de estos profesionales, señala el estudio, trabaja en puestos correspondientes a su nivel de formación

La parte negativa viene cuando se pone la lupa a estos números, A pesar de ello, el informe señala que solo un pequeño porcentaje cuenta con contrato indefinido. Prima la temporalidad a pesar de la demanda. 

Otras carreras con salida

Por detrás de Medicina, las titulaciones relacionadas con la Informática figuran entre las que ofrecen mayor estabilidad y salarios más altos. El 89,6% de los titulados en este ámbito se encuentra trabajando cuatro años después de finalizar sus estudios.

Acercarse al detalle hace que los informáticos parezcan estar algo mejor tratados en el mercado laboral, con más del 90% de contratos indefinidos. Una diferencia importante con respecto a los médicos. Y la base de cotización media, si bien es menor, se sitúa en los 36.732 euros anuales.

Las ingenierías

Siguiendo con los criterios de empleabilidad, las ingenierías de Sonido e Imagen, Telecomunicaciones, Organización Industrial y Eléctrica muestran que el 86% de los matriculados tienen trabajo pasados cuatro años tras salir de la carrera.

Sus sueldos tampoco son bajos. Si bien son 6.000 euros al año menos que los médicos, el salario medio rosa los 35.000 euros anuales.

Las carreras con menos salida

En el lado opuesto, un clásico de este tipo de estudios: las carreras de Artes y Humanidades, como Bellas Artes, Historia del Arte o Lenguas extranjeras.

El informe de la Fundación CYD muestra que estos estudios presentan las cifras más bajas tanto en empleo como en retribución. Solo el 63,5% de los graduados está afiliado a la Seguridad Social y la base media de cotización apenas alcanza los 21.185 euros.

El género sí importa

Y sí, ser mujer sigue pareciendo un factor determinante. Si bien conforman el 60% del alumnado universitario, cuatro años después de finalizar sus estudios, ellas firman más contratos temporales y a tiempo parcial que los hombres.

Y en cuanto a la brecha salarial, se sitúa en una media de 2.285 euros anuales. Si ya se compara una mujer graduada en una universidad pública y un hombre titulado en una privada, la diferencia en la base de cotización anual asciende a 6.358 euros.

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