David Verdaguer es uno de los actores más queridos de Cataluña. Sus personajes, su cercanía y su talante, siempre sonriente, ha conquistado a los catalanes y al resto de España.
Su última aparición en La Revuelta demostró su cercanía. Las explicaciones sobre algunos accidentes que tuvo, una hernia que tiene en la ingle y demás, lo acercó a los espectadores.
Allí también presumió de pueblo. Detalló que, si bien nació en Girona, él se crió y creció en un lugar algo más modesto, pero también más tranquilo, Malgrat de Mar.
Se trata de uno de esas ciudades del Maresme que nacieron como pequeños pueblos marineros y que han crecido mirando al mar. Su herencia histórica es como un viento del Mediterráneo que llena sus calles de vida y de patrimonio.
Un pueblo con historia
Más allá de ser costera, la ciudad que vio crecer a David Verdaguer es también sinónimo de modernismo, patrimonio, gastronomía y cultura. Aún hoy conserva rastros de esa evolución que va del pueblo pesquero del siglo XIV a la localidad turística.
El casco antiguo, con calles estrechas y casas de distintas épocas, refleja la superposición de esas etapas históricas. Allí conviven edificios modernistas, templos neoclásicos y torres residenciales que resumen tres siglos de arquitectura catalana.
Patrimonio modernista
Entre los edificios más representativos del municipio destaca la Casa de la Vila. Proyectado entre 1909 y 1913 por el arquitecto Antoni de Falguera i Sivilla, la fachada del ayuntamiento, con balcones de hierro forjado y cerámica vidriada, refleja la influencia del modernismo tardío.
No es el único rastro de este estilo arquitectónico en la ciudad. La Torre d’en Riera, conocida como Torre de la Vídua de Can Sala, también bebe de allí.
Vista aérea de Malgrat de Mar
La ornamentación floral y la estructura esbelta de esta vivienda residencial han hecho posible que esté inscrita en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña.
Estas construcciones forman parte de una red comarcal de obras modernistas que se integran en un catálogo conjunto del Maresme, que empieza en Mataró, donde se mantiene en pie la primera obra de Gaudí.
La catedral de la costa
Pero en Malgrat de Mar hay mucho más que modernismo. También está aquí la apodada catedral de la costa. Un templo que ha recuperado su esplendor después de que de todos los daños sufridos durante la Guerra Civil.
Con este nombre se conoce a la Església de Sant Nicolau, construida entre 1761 y 1783 sobre un proyecto del arquitecto Francesc Trillas.
La catedral de la costa de Malgrat
De estilo neoclásico y gran tamaño, cuenta con elementos heredados del barroco y presenta tres naves y una cúpula central de grandes proporciones. El rosetón central ilumina el interior, donde las bóvedas y el crucero conservan la armonía del diseño original.
La fachada principal muestra una estructura sobria, con columnas adosadas, un portal de piedra y una hornacina que alberga la figura de San Nicolás de Bari.
Un parque con castillo
Otro punto destacado es el Parc del Castell, situado sobre una colina que domina la zona urbana. El parque está estructurado como un jardín urbano con especies autóctonas y senderos que comunican las distintas terrazas.
En su parte más alta, se conserva la torre del antiguo castillo, convertida hoy en mirador. Desde este punto se obtienen vistas completas del municipio, del litoral y del paisaje agrícola que rodea Malgrat.
Otros puntos de interés
Otra gran zona verde es el Parque Francesc Macià, una amplia extensión al sur del casco urbano con esculturas que dispone de áreas de descanso.
Y para terminar el paseo, en el entorno del casco antiguo, las calles de Ca l’Arnau y otras casas solariegas reflejan la transición entre los estilos arquitectónicos del siglo XIX y los inicios del XX.
Playa de Malgrat
La playa
Pero sin duda, Malgrat destaca por su frente costero, que se extiende durante varios kilómetros, con una playa ancha de arena fina y un paseo marítimo que conecta con las localidades vecinas.
La playa del Centre y la playa de l’Astillero son las más conocidas y cuentan con servicios e infraestructuras turísticas. La proximidad de la estación de tren facilita el acceso directo desde Barcelona y otras poblaciones del litoral.
Cómo llegar
Lo mejor de todo es que Malgrat está relativamente cerca de Barcelona. No hace falta ni tener coche para llegar. La R1 de Rodalies conecta las ciudades en una hora y 20 minutos.
En coche se llega en menos de una hora. Lo más fácil es ir por la autopista gratuita C-32 o, si se prefiere, por la carretera N-II.
