Sandra -nombre falso-, la madre que huye de servicios sociales con su hija recién nacida, en videollamada con Crónica Global

Sandra -nombre falso-, la madre que huye de servicios sociales con su hija recién nacida, en videollamada con Crónica Global Simón Sánchez

Vida

“Vivo como una fugitiva porque los servicios sociales me quieren quitar a mi bebé recién nacido”

Busca trabajo en negro y cambia de ciudad a menudo para evitar ser detectada por la administración

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Una madre lleva meses recorriendo el este de la Península Ibérica con su hija en brazos. Huye sin un destino fijo desde el 27 de mayo, el día que abandonó el Hospital Sant Joan de Reus, tras el nacimiento de la pequeña, y trata de dar esquinazo al sistema de protección de menores.

“Vivo como una fugitiva porque los servicios sociales me quieren quitar a mi bebé”, confiesa a Crónica Global. Ha cambiado de teléfono móvil, ha cerrado sus redes sociales y se muda a menudo de ciudad con la intención de pasar inadvertida: “Es un sin vivir, no sé qué día me van a encontrar y se me la van a llevar”.

“Estoy buscando trabajo en negro, pero con un bebé tan pequeño es difícil trabajar”, profundiza sobre su situación. Comenta que no se puede empadronar en ningún lugar, ni pedir la baja por maternidad, ni firmar un contrato de empleo porque, de este modo, la administración la podría localizar: “Vivo a la aventura y, a veces, me siento como una delincuente”.

La primera huida

“Semanas antes del parto, me citaron en protección al menor y me dijeron que todo estaba en orden y que no me preocupara, que no tenían por qué quitarme a la niña, aunque tuviera otros hijos tutelados”, explica Sara -nombre ficticio para proteger su identidad-, que vivía en Castellón en aquel momento.

Sin embargo, pidió “unos informes” en el hospital y allí descubrió que, “apenas diera a luz”, le retirarían a la recién nacida. Para evitar lo decretado por la administración valenciana, tomó la decisión de salir de su comunidad un día antes del parto y se trasladó a Tarragona.

Encuentro con la DGAIA

El movimiento no cambió el curso de los acontecimientos, pues dos técnicas catalanas asumieron el caso y se personaron en el centro médico donde Sara tuvo a su hija, gracias a la información facilitada por las instituciones vecinas.

“Me decían que había un caso de maltrato infantil y que yo no era capaz de sacar a mi niña adelante”, lamenta. Detalla que alegaron motivos como que ya había perdido la custodia de otros hijos antes -tres de los cuales están tutelados por la Direcció General de Prevenció i Protecció a la Infància i l'Adolescència de la Generalitat de Catalunya (DGPPIA), la antigua DGAIA- y que no tiene entorno familiar ni de amistades.

También recuerda que le comentaron el hecho de que “había denunciado al padre de la bebé por maltrato y que encadenaba relaciones tóxicas”, aunque considera que esto no sería un problema porque el hombre “está en prisión”.

Se llevó a su hija

De inmediato contactó con la abogada Silvina Scotino, quien intercedió por ella y convenció al director de este hospital público para que dejara salir a Sara con su bebé, en vez de retenerlo. Pese a la resolución administrativa, la letrada amenazó con interponer una denuncia contra el equipo de gobierno del centro médico por un supuesto caso de “secuestro de menores”.

La abogada Silvina Scotino

La abogada Silvina Scotino Òscar Gil Coy Barcelona

“Sostuvimos que no era razonable que le retiraran a su hija porque no se daba ninguna de las circunstancias que se podían considerar peligrosas para la niña”, detalla la letrada.

Más hijos

Mientras huye de los servicios sociales catalanes y valencianos, no sabe nada de sus otros hijos. Perdió su custodia hace ocho años, cuando se separó de su expareja y padre de estos, que se quedó al cuidado de los pequeños, antes de que la administración terminara asumiendo su custodia. Desde entonces, viven en un centro gestionado por la DGPPIA.

“Ahora me querían dar alguna visita, pero con la condición de que fuera con la niña y yo no voy a ponerla en riesgo, por eso me han vuelto a quitar hasta las videollamadas”, indica para justificar su falta de esfuerzos en recuperar la custodia de todos sus hijos.