"Buscamos modelos. Gana 50 euros por sesión de fotos". Este era uno de los muchos anzuelos, camuflados como ofertas laborales, que la agencia 'Cinderella' publicaba en sus perfiles sociales. Pero no el único.
Buscaban teleoperadoras, camareras, actrices o acompañantes. Los papeles no eran un requisito y prometían pagos inmediatos. Tras esa apariencia de empresa formal se escondía, en realidad, una red de proxenetas disfrazados de empresarios.
Con sede en Madrid, Valencia y Barcelona, este grupo criminal encontró en redes sociales como TikTok su mejor escaparate de captación.
Engañadas y confiadas por la supuesta oportunidad laboral que habían conseguido, decenas de mujeres caían en la trampa. Lejos de los trabajos prometidos, todas ellas eran prostituidas en los burdeles que la organización tenía repartidos por todo el territorio nacional.
Algunos pantallazos de las ofertas laborales y los perfiles sociales de la agencia 'Cinderella'
12 detenidos
Tras meses de investigación, los agentes de la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsificaciones Documentales (UCRIF) de la Policía Nacional lograron detener a los 12 presuntos integrantes de la agencia 'Cinderella',
Los tres principales responsables ingresaron en prisión preventiva, acusados de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, detención ilegal, agresión sexual, amenazas, tráfico de drogas y delitos contra los ciudadanos extranjeros.
En paralelo, la operación permitió liberar a siete mujeres —todas de origen latinoamericano— que lograron escapar del infierno en el que las habían atrapado.
La mecha de la investigación
La investigación policial arrancó en marzo, durante una inspección rutinaria en un club del centro de Barcelona. Allí, varias mujeres contaron a los agentes que habían sido explotadas previamente en un piso de la ciudad, adonde las había llevado un hombre con el que habían contactado por redes sociales.
Detrás de esos perfiles estaba la falsa agencia de modelos 'Cinderella'.
En los comentarios de las supuestas ofertas de trabajo, los proxenetas ofrecían todas las facilidades posibles: no pedían permiso de residencia ni de trabajo, garantizaban flexibilidad horaria y prometían sueldos atractivos.
La trampa perfecta
El engaño comenzaba con una supuesta sesión de fotos. Las víctimas eran obligadas a posar desnudas o semidesnudas, y debían pagar 150 euros por las imágenes.
Poco después se les comunicaba que, por los gastos del viaje, el alojamiento y la manutención, habían contraído una deuda de entre 2.000 y 3.000 euros con la organización criminal.
La única forma de saldarla, les decían, era ejerciendo la prostitución. Era entonces cuando los integrantes de este entramado les retiraban la documentación y las encerraban en burdeles de Barcelona y Valencia.
Vigiladas 24 horas al día
Las mujeres permanecían encerradas durante semanas o meses, vigiladas 24 horas al día, sin percibir dinero alguno y bajo amenazas de represalias contra sus familias si intentaban escapar.
Las víctimas sufrían violaciones, agresiones y humillaciones constantes. El líder del entramado en Barcelona las golpeaba personalmente para forzarlas a mantener relaciones con los llamados “clientes VIP”.
Varias trabajadoras sexuales durante una inspección de Policía Nacional en un burdel de Barcelona
El testimonio de las víctimas permitió a los investigadores reconstruir el funcionamiento interno de la red: una organización jerarquizada, violenta y con ramificaciones en varias comunidades autónomas.
Cinco prostíbulos en activo
Con apoyo de la Guardia Urbana de Barcelona, la Policía Nacional logró desmantelar por completo la red criminal, que mantenía cinco prostíbulos en activo —cuatro en Barcelona y uno en Gandía—.
Desde una célula operativa en Madrid, el captador y su asistente gestionaban la logística de la supuesta “agencia de modelos”.
En la fase final de la investigación se realizaron entradas y registros en los locales regentados por el entramado. Los agentes intervinieron 15.180 euros en efectivo, grandes cantidades de droga, tres relojes de alta gama, varias joyas de oro y documentación relevante para el caso.
