Toni Cornellá / Captura de su canal de YouTube

Toni Cornellá / Captura de su canal de YouTube

Vida

Toni Cornellá, camionero, sobre la precariedad laboral: “Los salarios son de 1.500 euros con jornadas de 22 horas”

La situación ha alcanzado tal gravedad que los conductores son tratados como "auténticos esclavos", con salarios que apenas alcanzan los 1.500 euros

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La vida se ha puesto bastante cara. Los productos de necesidades básicas como los alimentos, medicamentos, suministros básicos, entre otros, no paran de subir, mientras que los sueldos se quedan estancados y muchos tiene que destinar más de un tercio en gastos de vivienda.

Una realidad que cada vez está más presente en diferentes profesiones. Uno de los sectores más afectados es el del transporte o, mejor dicho, camioneros, donde los trabajadores echan jornadas largas y los sueldos son escasos.

Una profesión que es muy sufrida, ya que los transportistas se ausentan de sus familias para emprender sus viajes con la mercancía y que le pueden llevar a estar fuera varias semanas, lo que supone, perderse momentos familiares importantes como celebraciones.

Toni Cornellá expone en su canal los "testimonios reales" que dibujan el estado calamitoso del sector del transporte de mercancías en España.

Concretamente, Cornellá, quien a menudo graba "desde la cabina", ha puesto de manifiesto que la realidad del camionero asalariado se basa en la precariedad extrema, la explotación y la "tiranía" empresarial.

"Auténticos esclavos"

La situación ha alcanzado tal gravedad que los conductores son tratados como "auténticos esclavos", con salarios que apenas alcanzan “los 1.500 euros mientras se enfrentan a jornadas que pueden extenderse hasta las 22 horas”.

La raíz del problema, según Cornellá, es la decisión de las grandes empresas de transporte de no pagar lo que corresponde, ignorando intencionalmente el mercado laboral español.

Además, los datos confirman la reflexión del transportista: actualmente, “existen más de 90.000 personas apuntadas al paro” como conductores profesionales con sus carnets y CAP en vigencia y listas para empezar a trabajar. No obstante, las empresas han optado por buscar "esclavos afuera".

Este sistema de explotación internacional consiste en atraer a personas de países pobres, haciéndoles pagar entre 4.000 o 5.000 euros por una simple oferta de trabajo en España.

Una vez en el país, se les exige trabajar un mínimo de tres años y son “obligados a aceptar salarios que oscilan entre 1.100 y 1.500 euros”, a menudo trabajando "dos tíos en la cabina con doscientos dobles".

Mientras que, si el trabajador decide irse antes de cumplir los tres años, la empresa lo "penaliza" y le quita dinero. Cornellá critica abiertamente que, ante esta "bochornosa omisión de sus funciones", los gobiernos españoles y el Ministerio de Trabajo "miran para otro lado".

El resultado de esta "tiranía" empresarial, donde se prefiere tener el camión parado o buscar trabajadores cada semana antes que "tratarnos con respeto y pagarnos lo que toca", es que el sector está "lleno así de gente que va perdiendo dinero" y los nuevos contratados "dura una o dos semanas" y se van.