La Generalitat ha impulsado un nuevo protocolo contra la violencia sexual en el transporte público que unifica la actuación de todos los operadores ferroviarios y por carretera de Catalunya, tanto urbanos como interurbanos. La medida, coordinada por el Departamento de Territorio y la Autoritat del Transport Metropolità (ATM), busca prevenir y detectar el acoso sexual en trenes, autobuses y estaciones, así como proteger y acompañar a las víctimas.
El documento fija pautas comunes de prevención y respuesta e incluye formación específica para el personal, campañas de sensibilización ciudadana y mecanismos de denuncia adaptados a las necesidades de las víctimas.
Varios viajeros suben a un tren de Rodalies
Según el Govern, el protocolo pretende garantizar la seguridad y la coordinación entre operadores, administraciones locales, los Mossos d’Esquadra y el Departamento de Feminismos, con un grupo técnico de seguimiento que evaluará su aplicación. La consellera de Territorio, Sílvia Paneque, lidera la iniciativa, enmarcada dentro del Plan Estratégico de Movilidad y Género y del Plan de Medidas contra el Acoso Sexual en el Transporte Público del ATM.
Creciente preocupación
El anuncio llega en un momento de alarma social por los casos de acoso en el transporte público, después de que los Mossos d’Esquadra detuvieran en Girona a un hombre de 64 años acusado de realizar tocamientos a varias jóvenes en un autobús urbano. Los agentes de paisano lo arrestaron in fraganti tras observar cómo repetía el mismo patrón de conducta descrito por otras víctimas. Se restregaba contra las pasajeras y las tocaba con el codo en un autobús lleno de estudiantes.
Según datos del Departamento de Interior, las denuncias por este tipo de delitos han aumentado un 737% desde 2012, con una media de cinco violaciones diarias registradas en la comunidad.
Coordinación y seguimiento
El nuevo protocolo, financiado con fondos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, refuerza el discurso de la Generalitat sobre la igualdad y la seguridad en el espacio público. Territorio y la ATM crearán un grupo técnico de seguimiento que incluirá a cuerpos de seguridad, operadores y administraciones locales, con el objetivo de detectar conductas de riesgo, mejorar la atención a las víctimas y evitar la impunidad.
Con más de 25.000 seguimientos activos por violencia machista o doméstica y 221 feminicidios registrados desde 2008, los expertos alertan de que la violencia sexual "no desaparece, sino que se readapta", lo que convierte en urgente la adopción de medidas de prevención también en los espacios de movilidad cotidiana.