En el banquillo de los acusados: Daniel Díaz (izquierda) y Sergio Gutiérrez (derecha) con una imagen de Valentín Morena
Condenan a 20 años de prisión al sicario y al cooperador del asesinato por encargo de Valentín Moreno
El tribunal declara culpables a Daniel Díaz Mora y a Sergio Gutiérrez Martín por un crimen en el que el autor intelectual sigue siendo un interrogante
Contenido relacionado: El crimen de Valentín Moreno aviva las sospechas sobre las actividades ilícitas en el puerto de Barcelona
La Audiencia Provincial de Barcelona ha dictado una sentencia que pone punto final a uno de los crímenes más impactantes de los últimos años en Cataluña.
El Tribunal del Jurado ha condenado a Daniel Díaz Mora, autor material del asesinato de Valentín Moreno y a Sergio Gutiérrez Martín, considerado cooperador necesario, a 20 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y por precio.
El fallo, consultado por Crónica Global, considera probado que ambos actuaron de manera concertada para ejecutar el crimen la tarde del 18 de noviembre de 2021, en un ataque que no dio a la víctima ninguna posibilidad de defensa. Moreno falleció al día siguiente, el 19 de noviembre, tras recibir un disparo en la zona occipital de la cabeza.
Un crimen por encargo
Según los hechos probados, el ciudadano colombiano Daniel Díaz Mora viajó a España tras recibir un encargo de seguimiento que, con el paso de los días, derivó en una orden de ejecución.
Actuó junto a otro individuo no identificado y, en un ataque rápido y sorpresivo: uno de ellos se acercó a la víctima en bicicleta y le disparó a bocajarro. El otro esperaba en el coche para emprender la huida.
Díaz Mora confesó haber percibido 5.000 euros por su participación directa en la muerte, lo que convierte el caso en un sicariato con móvil económico.
Durante el juicio oral, celebrado el 3 de julio de 2025, el acusado confesó los hechos, mostró arrepentimiento y colaboró con la Justicia, lo que le valió una atenuante analógica de confesión tardía.
En su caso, se le sustituye parcialmente la condena por expulsión del territorio nacional, que se ejecutará una vez cumpla la mitad de la pena o acceda al tercer grado, con prohibición de regresar a España durante 10 años.
En el banquillo de los acusados: Daniel Díaz Mora (izquierda) y Sergio Gutiérrez Martín (derecha) entre dos agentes de los Mossos d'Esquadra
El intermediario
Por su parte, Sergio Gutiérrez Martín actuó como nexo entre los autores intelectuales y los ejecutores materiales del crimen.
El jurado popular ya consideró acreditado en su veredicto que su papel fue imprescindible para la preparación y ejecución del asesinato: facilitó alojamiento, medios de transporte, teléfonos móviles y vehículos —incluida la bicicleta usada para el ataque— y aportó información detallada sobre los movimientos y rutinas de la víctima.
Además, usurpó identidades de terceros para adquirir o alquilar estos medios, utilizando documentación sustraída a personas ajenas al crimen. Por este hecho, el tribunal también lo condena a seis meses de prisión por un delito de usurpación de estado civil, aunque queda absuelto de tenencia ilícita de armas.
Valentín Moreno durante un juicio
Asimismo, se establece una medida de libertad vigilada de cinco años tras el cumplimiento de la pena y una prohibición de acercarse o comunicarse con la familia de la víctima durante 30 años (diez más que la condena principal).
600.000 euros de indemnización
La sentencia también fija cuantiosas indemnizaciones a los familiares de Valentín Moreno, que deberán ser abonadas conjunta y solidariamente por los dos condenados: 147.000 euros a la viuda; 100.000 a cada una de las dos hijas menores convivientes; 80.000 a la hija mayor; 63.200 a cada uno de los padres de la víctima y 20.000 a cada uno de los cuatro hermanos.
En total, las compensaciones superan los 600.000 euros.
La 'cara B' del Puerto
Más allá del fallo, el caso deja tras de sí un eco inquietante: el vínculo entre la ejecución de Valentín Moreno y el mundo del narcotráfico portuario.
Los investigadores apuntaron a que el crimen pudo ser la consecuencia directa de un ajuste de cuentas dentro de una red de distribución de cocaína con base en el Puerto de Barcelona, uno de los puntos calientes del tráfico de estupefacientes en Europa.
De hecho, quedó acreditado que dos supuestos amigos de la víctima --Javier Montero y Cristian Rus-- le debían entre 700.000 y 1,5 millones de euros por un supuesto negocio fallido.
![Imagen aérea de la terminal de contenedores del Puerto de Barcelona](["https:\/\/a2.elespanol.com\/cronicaglobal\/2023\/11\/01\/vida\/806429515_11778065_320x180.jpg"])
Sin embargo, el juicio no ha permitido esclarecer quién encargó el asesinato, pero sí ha revelado la estructura operativa de un entramado criminal en el que convergen dinero, deudas, violencia y silencio.
El jurado ha hecho justicia por la muerte de Valentín Moreno, pero la sombra de quienes movieron los hilos —los que pagaron el precio del disparo— sigue aún en la penumbra judicial.
