Salud cifra en una caída del 15% la tasa del suicidio en Cataluña, a niveles prepandemia

La tasa del suicidio en Cataluña cae un 15% en 2024 con respecto a 2023, situándose a niveles prepandemia. Así lo asevera la consellera de Salud, Olga Pané, lo que ha ido en paralelo a un mayor despliegue de recursos para tratar la salud mental, en concreto, un 25% más, en el último lustro para reforzar tanto la atención primaria como las escuelas y los entornos comunitarios. 

A pesar de las cifras, la titular de Salud admitió en una entrevista este viernes en RAC1 que desconoce cuál es el número exacto de psicólogos que hacen falta en el sistema sanitario. En todo caso, afirmó que Cataluña está "en la franja media-baja de la Unión Europea, al igual que en problemas de salud mental". En comparación con países como Italia o Francia, "el nivel de malestar es muy bajo" a partir de las estadísticas de la OCDE.

Metges de Catalunya reclama reconducir el "caos" del Hospital de Terrassa tras el suicidio de una paciente

Evitar las cuestiones banales

"Si no saturamos los centros de salud mental con temas banales, porque estarán tratados en otros ámbitos, tendremos más capacidad para atender a la gente", aseveró. A lo que hacía referencia la consellera con temas "banales" era a cuestiones como la pérdida de un familiar, un divorcio o la soledad. Situaciones que generan malestar emocional entre la ciudadanía y para lo que, a su juicio, se necesitan acciones orientadas en reconectar con la comunidad. 

A propósito de la tasa de suicidio, hizo hincapié en que, aunque sea esta la primera causa de defunción entre los jóvenes, el perfil más afectado son los hombres mayores de 65 años. "¿Qué hay alrededor de esto? La soledad, que es equivalente a 15 cigarros diarios, y no se trata con benzodiacepinas, sino con conectarnos con la sociedad", declaró, como asistir a las asociaciones de vecinos, salir, tomarse algo en los bares, a fin de cuentas, acciones cotidianas. 

Un millón de benzodiacepinas

El objetivo de la consellera es, en todo caso, "evitar la medicalización de la salud mental". El territorio dispensa 1.000.000 de benzodiacepinas al año, aseveró, una cifra que alarma a los servidores públicos y que no cuenta con los registros de los centros privados, lo que elevaría la estimación. Por ello, la planificación pasa por implicar e integrar a los agentes sociales y, sobre todo, educativos, ya que el 75% de los problemas en salud mental que experimenta la población comienzan antes de la mayoría de edad, "es el foco". 

Con ello, se despliegan varios programas dentro de los centros públicos, como el Henka, del que dio cuento el informe Faros del Hospital Sant Joan de Déu. También, cifró la contratación de 360 referentes en bienestar emocional para los equipos de atención primaria, con el fin de enseñar a los profesionales sanitarios a detectar y prevenir en este primer nivel de contacto con el paciente. 

"Equilibrio" en el sistema

El modelo de la Conselleria está encaminado a gestionar los recursos habidos en vez de aumentarlos. Con un "equilibrio" adecuado, a mayor prevención en la atención primaria, se reduciría la lista de espera para acceder a los centros de salud mental, adujo Pané, y para aquellos casos más graves, la derivación a los hospitales sería más ágil. 

Cabe recordar que el Departamento todavía investiga el caso de una paciente que se suicidó en un box de urgencias del Hospital de Terrassa (Barcelona). La mujer, con un trastorno psiquiátrico, llevaba 48 horas esperando para ser ingresada. A la espera de los informes del Consorcio Sanitario de Terrassa (CST), todavía no han trascendido más detalles sobre el asunto.