El pueblo donde vive Alfonso Arús, Sant Pere de Ribes CRÓNICA GLOBAL
El pueblo donde vive Alfonso Arús: "una villa tranquila" con un pasado indiano
El municipio es conocido por su belleza arquitectónica y sus viñedos
Otras noticias: Se buscan vecinos en este pueblo cerca de Barcelona: en plena naturaleza y casa por 78.000 euros
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Alfonso Arús ha conseguido algo que, hasta hace poco, parecía imposible: destronar a la reina de las mañanas televisiva, Ana Rosa Quintana.
Su programa de La Sexta, Aruser@s, con su mezcla de humor y magazine de entretenimiento, ha superado a rivales que parecían imbatibles. Todo, sin renunciar a sus principios.
El formato del programa nació en una televisión local, CityTv, donde su audiencia era mucho menor. El salto a la cadena de Atresmedia parecía un gran riesgo, pero con el paso del tiempo se ha convertido en un éxito.
Arús no ha perdido su esencia. Desde sus inicios, el humor ha estado presente en todo lo que ha hecho: desde los programas de vídeos domésticos a sus programas deportivos. Siempre revolucionó los estándares.
El lugar ideal de Arús
Así ha hecho una carrera que le ha valido decenas de premios y el reconocimiento de los suyos. Así como mucho dinero.
Cabe recordar que hace unos años, el catalán vendía su increíble mansión por casi tres millones de euros. Un enorme chalet situado en el pueblo de sus sueños y que es su residencia desde hace decadas, Sant Pere de Ribes.
Una zona tranquila
Esta “villa tranquila”, como la definen las páginas de turismo de Cataluña, es un rincón apacible situado entre Sitges y Vilanova y la Geltrú. Lejos del bullicio turístico de ambas ciudad, la paz domina y enamora a los visitantes.
Algo así le pasó a Arús que, desde que pisó el municipio, no se ha podido ir. Tanto da que su trabajo esté en Barcelona o lejos de su lugar de residencia, su lugar en el mundo tiene nombre de santo y pasado indiano.
Ermita de Sant Pau de Sant Pere de Ribes AYUNTAMIENTO DE SANT PERE DE RIBES
A pesar de tener tan solo 32.000 habitantes, Sant Pere de Ribes ocupa algo más de 40 kilómetros cuadrados. En esta superficie se encuentran grandes viviendas, llanuras agrícolas todavía dominadas por los viñedos, y el Parque Natural del Garraf.
El núcleo urbano del pueblo, como todo buen pueblo de origen medieval, es la iglesia parroquial y su antiguo castillo medieval. A su alrededor se fueron levantando masías, caminos rurales y pequeños núcleos que ahora dan al municipio.
Los barrios de Sant Pere
Entre ellos destacan Puigmoltó, les Torres y Vilanoveta, todos con orígenes medievales, además de las urbanizaciones surgidas a lo largo del siglo XX.
En paralelo al núcleo tradicional se encuentra Les Roquetes. Este barrio, que comenzó a desarrollarse en los años 50 con la inmigración española, ahora es el más poblado y concentra la mayor parte de los servicios y de la actividad comercial.
El legado indiano
Pero su pasado va mucho más atrás, hasta la época de las colonias. Fueron muchos los colonos regresados, los indianos, que encontraron en Sant Pere de Ribes su lugar para volver.
Procedentes mayormente de Cuba, estos ribetanos construyeron sus mansiones y casas señoriales al estilo americano. Gracias a ellos el pueblo luce un aspecto especial.
Castillo de Sant Pere de Ribes AYUNTAMIENTO DE SANT PERE DE RIBES
Las calles de Ribes están repletas de estas casas solariegas, construidas durante los siglos XVIII y XIX. Unas residencias, muchas veces rodeadas de jardines y con fachadas ornamentadas, que querían demostrar el estatus y la fortuna que habían hecho sus dueños.
Para conocer este pasado y apreciar la arquitectura indiana, pueden visitarse los barrios de Les Parellades o Palou. Allí, lucen restauradas estas casas que hoy conviven con viviendas modernas y equipamientos municipales.
Otra herencia indiana
El pasado indiano no solo se refleja en la arquitectura, sino también en la vida cultural. La influencia de quienes regresaron de América se tradujo en el impulso de casinos, sociedades recreativas y mejoras urbanísticas.
Sant Pere de Ribes conserva además un amplio patrimonio vinculado a su evolución histórica. El mencionado castillo de Ribes o de Bell-lloc, dan fe del pasado medieval del lugar.
Un castillo de control
La fortaleza, de carácter estratégico, servía para el control de los pasos entre la montaña y el mar.
Aunque en la actualidad solo quedan sus restos, destaca una torre cilíndrica que da una idea de cómo fue.
Calle de Sant Pere de Ribes CATALUNYA TURISME
Iglesias medievales e indianas
Otro de los símbolos locales es la iglesia vieja, levantada en el siglo XVII y considerada bien cultural protegido. Muy cerca se alza la iglesia nueva, de estilo neogótico, inspirada en la basílica de Santa María del Mar de Barcelona.
Esta iglesia moderna fue inaugurada en 1910 y, una vez más, regresa el pasado indiano. Fue el regresado Francesc Marcer i Oliver quien actuó de mecenas para dotar a su pueblo de un templo de grandes dimensiones.
Cómo es el pueblo
El municipio cuenta también con ermitas como la de Sant Pau. Construida en el siglo XVIII sobre restos romanos, se caracteriza por estar en medio de los viñedos de la zona.
Ya en el casco urbano no faltan las plazas, centros neurálgicos de la vida social. En la plaza de la Vila y la plaza Marcer, además, se concentran edificios emblemáticos como el Ayuntamiento, el Casino o antiguas casas señoriales.
Piscina de la casa de Alfonso Arús
La mansión de Alfonso Arús
La mansión de Arús era mucho más moderna. Tenía desde una gran biblioteca a un enorme gimnasio donde él y su mujer, Angie Cárdenas, se ponían en forma.
La casa era todo un lujo: eran 920 metros cuadrados de vivienda en un terreno de 2.830 m2. Un espacio, el exterior, donde había una impresionante piscina y una zona chill out.
Cómo llegar a Ribes
Todo Sant Pere de Ribes está hecho para el goce y disfrute de la tranquilidad. Algo que ya vieron los indianos cuando decidieron mudarse a este pueblo a tan solo 40 km de Barcelona.
Llegar hasta aquí es media hora de viaje desde la capital catalana. Basta con tomar la C-32 y entrar el pueblo por la salida hacia Sant Pere de Ribes. Un trayecto fácil que Arús hace recorre siempre como copiloto. El catalán siempre ha dicho que teme conducir y no tiene carnet.