Un mosso en el campo de fútbol de La Satalia, con el logo de la empresa Celebreak

Un mosso en el campo de fútbol de La Satalia, con el logo de la empresa Celebreak Crónica Global

Vida

Una pachanga de fútbol en Montjuïc termina con un apuñalado y un herido grave

Uno de los jugadores del partido amistoso organizado por la aplicación Celebreak agredió a otro tras una discusión; hoy, se debate entre la vida y la muerte por las heridas sufridas al despeñarse mientras huía

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Un apuñalado y un herido crítico. Así terminó uno de los más de 15 partidos amistosos que organiza a diario la conocida aplicación Celebreak en Barcelona tras una acalorada discusión entre un grupo de jugadores, que esperaron al final del encuentro para "arreglarlo" fuera del campo de fútbol municipal de La Satalia, en Montjuïc. Ocurrió el viernes 18 de julio sobre las 22.30, según ha podido saber Crónica Global.

Todo empezó, cuentan los testigos, con una patada. Una jugada sutilmente más agresiva de lo habitual que, si bien no es ninguna novedad en cualquier tipo de pachangas, requirió de la intervención de uno de los organizadores del evento: "Amenacé con suspender el partido si volvía a producirse algo así, como marca nuestro protocolo, pero se acabaron dando la mano", explica. "Hubo insultos a lo largo del partido, pero nadie pensaba que podía terminar en una pelea", añade uno de los jugadores.

"Me esperaba fuera"

Dos miembros de cada equipo, que la propia organización distribuye de forma aleatoria, pero siempre respetando, como en este caso, si dos amigos quieren jugar juntos, esperaron al final del encuentro para citarse a las puertas del campo de fútbol, junto a la rampa que conecta la instalación con el barrio del Poble-sec. "El tipo me dijo que me esperaba fuera para pegarme", asegura David, el apuñalado, ya recuperado pese a lo aparatosa que era la herida sufrida. No vio el cuchillo hasta que empezó a sangrarle "sin parar" la zona lumbar.

Según explican los testigos, un policía de paisano paseaba por el descampado próximo a la zona e inmediatamente se identificó como tal, ordenando que lo dejaran estar. "No hubo más de dos o tres puñetazos entre él y yo, pero él tenía el puñal preparado y escondido y acertó en su primer golpe", explica a este medio David. "Empecé a sangrar muchísimo", añade.

Exterior del campo de fútbol de La Satalia

Exterior del campo de fútbol de La Satalia Google Street View

"Miedo a volver a jugar"

Automáticamente, regresó al campo de fútbol y fue socorrido por algunos de los jugadores, que aún estaban en los vestuarios, y el propio organizador de Celebreak alertó a las emergencias médicas y a las autoridades. Con un corte de hasta siete centímetros de ancho y entre ocho y diez de profundidad, fue trasladado al Hospital Sagrat Cor, y pasó allí la noche entre pruebas para descartar afectaciones a órganos vitales. Al día siguiente, le dieron el alta médica.

"No he vuelto a jugar una pachanga por miedo", confiesa David, que no supo más de su agresor hasta que corrió el rumor de que había fallecido tras caer por uno de los barrancos de Montjuïc mientras trataba de huir de la policía aquella misma tarde. La realidad, según ha podido averiguar esta redacción, es que está vivo, pero todavía ingresado en el hospital.

La fuga

Según explican los testigos y corroboran fuentes policiales, el amigo del agresor se montó en su moto, aparcada junto a la puerta de las instalaciones deportivas, y se marchó "corriendo". El atacante, por su parte, empezó literalmente a correr, cruzando el campo de fútbol y buscando la manera de evitar ser identificado por el policía de paisano.

En un momento dado, saltó desde una de las vallas del campo de fútbol y cayó por un barranco de aproximadamente diez metros de altura. Quedó atrapado entre ramas de árboles, gravemente herido, y allí mismo fue encontrado por los agentes de los Mossos d'Esquadra poco más de una hora después, cuando un testigo apuntó que podría seguir allí al tratarse de "un precipicio muy elevado". 

"Estaba escupiendo sangre, parecía que una rama le hubiese atravesado por la mitad", explica uno de los presentes. De inmediato, fue trasladado al Hospital Clínic, donde, casi un mes después de los hechos, sigue ingresado y en estado "muy grave", según las fuentes consultadas. 

Identidad falsa

Desde Celebreak, más allá de colaborar con la policía en todo momento, automáticamente trataron de dar de baja al agresor y a su amigo de la aplicación –siempre jugaban partidos juntos, explican–, con la sorpresa de que, añaden, "ambos tenían un perfil con nombres falsos". Sin querer añadir nada más allá de que la tarjeta de crédito con la que se realizaban las inscripciones a los partidos pertenecía a un hombre residente en Alemania.  

El agresor, de nacionalidad argelina, y su compañero, europeo, pero no español, ya habían causado discusiones en otros partidos, concluyen desde la aplicación; "consternados por unos hechos que por supuesto no son nada habituales entre la comunidad de jugadores de Celebreak, que busca buen rollo para hacer deporte de una forma cómoda, accesible y divertida".